UBI RIVAS
El presidente Leonel Fernández aguarda normalizar los trabajos de rescate del desastre nacional que dejó tras su paso por el país la tormenta Noel para explicar a la ciudadanía la estrategia para reducir consumo de combustibles.
Delineará el gobernante las recomendaciones condignas que elaboró la Secretaría de Estado de Industria y Comercio (SEIC), remitidas por su titular el ingeniero químico Melanio Paredes.
Conforme a la tendencia alcista que al parecer ningún poder de la Tierra es capaz de detener en su especulación grosera de precios spot NYMEX de Nueva York, el barril de petróleo, que se sitúa ya en US$96, este mes de noviembre es fácil predecir que trepará a los US$100, como predijo el presidente de Venezuela, comandante Hugo Chávez.
Traducirá que RD tendrá que desembolsar este año por ese concepto la bicoca de US$3 mil mm o unos RD$100 mil mm, una suma demencial para un país subdesarrollado y no productor de combustibles fósiles.
Una tragedia nacional, peor que Noel, porque los daños del fenómeno natural se restauran, excluyendo a los perecidos, pero el peligro creciente de los altos precios del petróleo, crece cada vez más y sin al parecer solución de continuidad. Paro. Detención.
El diario El Día en su edición del 19-10-07, inserta un certero reportaje de la autoría de su reportera Senabri Silvestre, en el cual elabora 14 vías para ahorrar combustibles.
El escritor y fino articulista doctor José Abigaíl Cruz Infante, Ito, desglosó en su entrega a Listín Diario del 26-10-07, otras variantes útiles para reducir el consumo de combustibles en vehículos.
La SEIC, en su informe al presidente Leonel, adelanta que sugiere establecer horarios distintos, en horas diferentes, tanto al sector público, privado y colegios para disminuir dramáticamente el consumo de combustibles.
Pienso que los horarios de las diferentes actividades que involucran el movimiento de multitud de unidades motoras bien podrían organizarse para que los comercios, como se hace en España, abran sus puertas a las diez horas, mientras los bancos a las nueve horas.
El sector público a las siete horas y los colegios a las ocho horas.
La SEIC y la Secretaría de Educación, deben y tienen que coordinar un plan para dotar a los colegios privados de autobuses, y así eliminar millares de vehículos que a eso de las ocho de la mañana y dos de la tarde se desplazan por la capital conducidos por padres-madres que llevan y traen a sus hijos a la docencia, congestionando infernalmente el tránsito de por sí demoníaco.
La Secretaría de Obras Públicas y Comunicaciones (SOPC), conducida por su eficiente titular, ingeniero Víctor Díaz Rúa, desde ya, iniciar los trabajos de planos para construir pasos de niveles y túneles en la capital orientados norte-sur, habida cuenta de que los existentes son este-oeste, con la excepción de Núñez de Cáceres, al final.
El presidente tiene que coordinar con los directores de transporte público y privado, un master plan para eliminar 30 mil carritos destartalados de concho, que consumen una barbaridad de combustibles, piezas, gomas, que atragantan el tránsito deteniéndose en cualquier sitio para montar y desmontar pasajeros, una locura a la cual debe ponerse término, aunque sea después del 17-05-08. Esos 30 mil o más choferes ponerlos a conducir autobuses públicos y privados, hacerlos sujetos de crédito y transformarlos en pequeños empresarios mediante PROMIPYME y también asentamientos campesinos del IAD, entre otras alternativas.
Cambiar lo más rápido posible las plantas generadoras de energía de combustibles caros a carbón, aprovechar al máximo la generación hidroeléctrica, profundizar de verdad, no es aguajes, las energías alternativas eólica, solar, y endosárselas a quienes se atrevan a invertir en esos renglones promisorios, sin incluir al Estado ni en inversiones ni en avales perversos.
Empecemos ya y no hablemos más ni una palabra del tema.