AI denuncia un aumento de la violencia sexual contra las mujeres haitianas

AI denuncia un aumento de la violencia sexual contra las mujeres haitianas

Londres, (EFE).- Amnistía Internacional denunció hoy la «terrible» situación en los campamentos instalados en Haití tras el terremoto de hace un año, en los que de miles de mujeres y niñas afrontan a diario un alto riesgo de ser violadas y agredidas sexualmente.

«La situación es terrible, sobre todo en los campamentos, donde las mujeres y las niñas sufren de manera especial después de haber perdido familiares en el terremoto y de llevar viviendo bajo una lona sin alimentos desde hace un año», manifestó a Efe Gerardo Ducos, investigador de AI sobre la situación en Haití. Ducos es el autor de un informe titulado «Réplicas-

Las mujeres hablan claro contra la violencia sexual en los campamentos de Haití», que destaca que entre el más del millón de personas que siguen viviendo en campamentos en Puerto Príncipe un año después del terremoto son las mujeres y las niñas las que peor lo tienen.

AI explicó que son víctimas de hombres armados que suelen deambular por los campamentos por la noche e informó de que en los primeros 150 días tras el terremoto de enero de 2010 se denunciaron más de 250 casos de violaciones en ese tipo de instalaciones en todo el país. Un año después, las víctimas de violaciones siguen acudiendo a diario a las organizaciones no gubernamentales de apoyo a las mujeres en busca de una ayuda que no encuentran en las autoridades.

Ducos subrayó que uno de los principales problemas es «la falta absoluta de confianza en las instituciones públicas».

 «La policía minimiza la agresión y dice que no puede hacer nada. Incluso piden a la mujer denunciante que lleve a la comisaría al agresor», señaló el investigador de AI, que reconoció que la violencia sexual contra las mujeres ya era un gran problema antes del terremoto.

El seísmo lo ha exacerbado, ya que la limitada asistencia que las autoridades prestaban previamente las víctimas prácticamente ha desaparecido por la destrucción de las comisarías y los juzgados.

 «Ha habido un colapso total en el ya de por sí frágil sistema legal y de seguridad de Haití desde el terremoto», manifestó Ducos, que permaneció varios meses en el país investigando la situación.

«No hay seguridad para las mujeres y las niñas en los campamentos. Se sienten abandonadas y vulnerables a los ataques. Las bandas armadas atacan cuando quieren, seguras al saber que hay pocas posibilidades de terminar ante un tribunal de justicia», dijo.

 Sobre la falta de medios y de voluntad política para mejorar la situación, Ducos puso como ejemplo la mesa de denuncias que la policía instaló el pasado mes de marzo en el campamento Marte, frente al palacio presidencial y la principal estación de policía.

«Era una mesa al aire libre atendida por un oficial, lo cual no garantizaba una mínima privacidad», relató Ducos, que alertó también sobre el estigma social que pesa sobre las mujeres violadas. «El estigma es muy fuerte en la familia y en la comunidad, y por esta razón la gran mayoría de las mujeres que son violadas o agredidas sexualmente no lo denuncian e incluso lo ocultan», afirmó.

AI, que ha documentado violaciones de mujeres y niñas de edades de entre 5 y 53 años, pidió al nuevo Gobierno de Haití que incremente la seguridad en los campamentos y que instruya a la policía para hacer frente a las demandas de las víctimas.

El informe recoge el testimonio de 50 mujeres y adolescentes, como Machou, una niña de 14 años residente en un campamento en el suroeste de Puerto Príncipe que fue violada en marzo cuando fue a los aseos.

 «Un muchacho entró detrás de mi y abrió la puerta. Me cogió por el cuello e hizo lo que quería hacer. Me golpeó, me dio puñetazos. No fui a la policía porque no conozco al muchacho. Me siento realmente triste todo el tiempo.

 Tengo miedo de que vuelva a pasar», dijo Machou en una entrevista con Amnistía Internacional. Suzie fue atacada en la madrugada del 8 de mayo en el refugio en el que vive con sus dos hijos y con una amiga.

Los agresores taparon los ojos a Suzie y a su amiga, y las violaron delante de los niños. «Después de que se marcharan no hice nada.

No tuve ninguna reacción. Las mujeres víctimas de una violación deberían ir a un hospital, pero yo no fui porque no tenía dinero. No sé donde hay una clínica que ofrezca tratamiento a mujeres violadas», manifestó. EFE

Publicaciones Relacionadas

Más leídas