Decenas de miles de haitianos viajaron el año pasado por vía terrestre, a menudo tomando rutas peligrosas, para llegar a México y EE.UU, países que continuaron llevando a cabo detenciones colectivas y devoluciones ilícitas a Haití, denunció Amnistía Internacional (AI).
La situación “puso en peligro la vida y la integridad física de miles de haitianos y haitianas”, de acuerdo con el informe anual de Amnistía Internacional de 2021, sobre los derechos humanos, que precisa que solo entre el 19 de septiembre y el 10 de noviembre de 2021, Estados Unidos envió a Haití a casi 9.000 migrantes y solicitantes.
Esto, señaló, sin proporcionar -en la mayoría de los casos- acceso al sistema estadounidense de asilo ni a las evaluaciones para determinar las necesidades de protección, lo que agravó la crisis.
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ONU
En septiembre, varias agencias de la ONU instaron a países de América a adoptar un enfoque regional integral para afrontar el tema y en octubre una resolución adoptada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos abordó la necesidad regional de aumentar la protección de la población haitiana en movimiento.
Sin embargo, durante el pasado año, “los Estados de toda la región no protegieron a las personas haitianas frente a las violaciones de derechos humanos en los países de acogida, como detenciones y devoluciones sumarias ilegales, extorsión, racismo hacia las personas negras, violencia de género a manos de grupos armados y miseria”, apuntó el informe. Esta situación dejó a muchos haitianos con un acceso limitado a las medidas de protección tales como el asilo, y sin un ningún lugar seguro a donde ir.
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En su documento, Amnistía Internacional también denunció las masivas violaciones de derechos humanos, secuestros y actos de violencia generalizada en este país. Agravadas por el asesinato del presidente Jovenel Moise el 7 de julio en su residencia por un comando armado.