Amnistía Internacional (AI) consideró como decepcionante que la reforma policial siga estancada, a pesar de que el Gobierno ha tenido la seguridad ciudadana como una prioridad y que los congresistas se hayan manifestado en favor de su aprobación.
Afirmó que esta reforma es necesaria para que los agentes rindan cuenta cuando incurran en violaciones de derechos humanos, ser más efectivos en la lucha contra la criminalidad y mejorar su calidad de vida.

Robin Guittard, experto para el país, de AI, lamentó que el proyecto de reforma lleve años dando vueltas en el Congreso, en momentos que en la nación existe una crisis de seguridad pública.

Reconoció que la Policía trabaja en un entorno muy difícil, ya que nadie puede negar que hay una criminalidad muy violenta.

Pero también, que en esa lucha figuran riesgos de que personas pueden ser víctimas de abusos policiales.Recordó que hace dos años AI hizo recomendaciones para el

proyecto de reforma, entre ellas que se establezca la rendición de cuentas para los agentes, en términos de derechos humanos y que haya investigaciones independientes cuando estos ocurran, así como el monitoreo de la institución.

Reconoció como un logro que se nombrara el Defensor del Pueblo en el 2012, pero cree que todavía a esta entidad le queda mucho por hacer, en particular para monitorear a la Policía, que no puede seguir así.

En otro punto, Guittard, calificó como vergonzante que el sistema judicial todavía no tenga ni siquiera sospechosos de la desaparición forzada de Juan Almonte, acaecida en 2009, supuestamente a manos de la Policía.

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Mejores salarios

El representante de AI consideró que no es posible tener una Policía digna y que respete derechos con sueldos infrahumanos. “Tenemos que darle un trato digno a los policías; si no se respeta a ellos es muy difícil que ellos van a respetar a la población”, indicó.

Es por tanto, dijo Guittard, que la reforma es necesaria para la Policía misma, a la cual hay que mejorar su situación.