Londres, (EFE).- Amnistía Internacional exigió hoy a las autoridades guatemaltecas poner fin a la cultura de violencia e impunidad que propicia numerosos asesinatos y que los responsables sean llevados ante la Justicia. AI hizo este llamamiento al gobierno de Guatemala la víspera de la celebración del Día Internacional de la Mujer.
Según cifras oficiales, 685 mujeres fueron asesinadas durante el año 2010 en medio de una cultura de impunidad, legado del conflicto interno armado (1960-1996) que vivió el país y que derivó en cientos de miles de violaciones de los Derechos Humanos.
Las mujeres de Guatemala están muriendo a consecuencia del fracaso del estado para protegerlas, denunció Sebastián Elgueta, investigador para AI en ese país, mediante un comunicado emitido desde Londres.
Este responsable de Amnistía explicó que el alto nivel de violencia, la falta de voluntad política y un historial de impunidad hacen que las autoridades guatemaltecas sean incapaces de perseguir a los responsables, o que simplemente no les importa ya que los autores (de las muertes) saben que no serán castigados».
Esta cultura de violencia e impunidad debe terminar y los Derechos Humanos de las mujeres deben ser respetados y protegidos, subrayó Elgueta. Por ello, AI pidió al Gobierno de Guatemala que abra investigaciones efectivas para esclarecer esos asesinatos, que mejore el entrenamiento policial y que asegure que los procesos judiciales son efectivos.
Menos del 4% de los casos de homicidio ocurridos en ese país derivan en la prosecución de los autores de las muertes pese a que el Congreso guatemalteco aprobó una ley en el año 2008 que tipificó varios delitos de violencia contra mujeres y constituyó tribunales especiales y pautas de sentencias.
I recuerda también que el hecho de ser mujer es con frecuencia un factor determinante para motivar el crimen, la manera en la que las autoridades responden al caso y la forma en la que la mujer es asesinada, con frecuencia tras sufrir una brutalidad excepcional en la que se incluyen prácticas de violación o mutilación.
Esta organización pro Derechos Humanos también recordó que el conflicto que desangró Guatemala entre 1960-1996 dejó 200.000 muertos. Las sistemáticas violaciones de los Derechos Humanos, como la violencia sexual contra mujeres, cometidas por miembros de las fuerzas armadas del estado no se investigaron adecuadamente, añadió la nota.
AI recordó que los responsables de esos ataques nunca rindieron cuentas ante un tribunal por sus delitos, lo que propició un clima de impunidad e indiferencia hacia los crímenes violentos que continúa infestando a la sociedad guatemalteca».EFE