WASHINGTON, (AFP) – La organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) pidió este miércoles a Estados Unidos que suspendiera la aplicación de controles migratorios hasta hallar una fórmula que evite la discriminación racial.

Los habitantes con lazos familiares o tribales a ambos lados de la frontera sur estadounidense son a menudo víctimas de hostigamiento policial a causa de la falta de directrices claras del Departamento de Seguridad Interior, aseguró la organización en un informe.

Estados Unidos ha batido récords de deportaciones de indocumentados desde que el presidente Barack Obama asumió el poder, con una media que ronda 400.000 casos al año. «Los controles de inmigración están amenazando cada vez más los derechos individuales en los cruces de frontera», criticó AI.

Los gobiernos estatales tienen también la obligación de respetar los derechos básicos de los inmigrantes indocumentados, explicó la organización, que recuerda que más de 5.200 personas murieron al intentar cruzar la frontera entre 1998 y 2008.

«Aunque los servicios aduaneros y fronterizos y organizaciones locales han implementado medidas para prevenir esas muertes en el desierto, familiares fuera de Estados Unidos se enfrentan a obstáculos a la hora de pedir información para identificar los restos de los migrantes», añadió el informe a modo de ejemplo.

La violencia en México y la preocupación por la seguridad interna en Estados Unidos llevó a varios estados del sur de este último a promulgar leyes para establecer como crimen estatal la inmigración ilegal, una primicia en el país, donde los asuntos migratorios son prerrogativa federal.

 Esas leyes han despertado críticas y protestas de organizaciones civiles, y el gobierno federal las ha apelado. La primera ley de ese tipo que fue promulgada, en Arizona (suroeste), será examinada a partir del mes que viene por la Corte Suprema.