La Asociación de Industrias (AIRD) llamó al Gobierno a dirigir las políticas de educación y de innovación con el fin de contar con el talento humano preparado para enfrentar los retos que trae la cuarta revolución industrial.
También a diseñar una política ambiental que apoye el desarrollo de forma sostenible, establecer una política de comercio e industria que permita aprovechar los mecanismos de integración regional y de comercio vigentes; así como propiciar una infraestructura física idónea en materia de energía, comunicación vial y conectividad digital, al nivel de los países desarrollados.

Estas políticas que necesita el país fueron detalladas por Celso Juan Marranzini, presidente de la AIRD, quien a la vez resaltó que desde el sector privado debe existir una clara visión y deseo de movilizarse hacia los sectores económicos sobre los cuales haya una ventaja competitiva con relación al mundo, así como un interés por aprender, modificar y crear las herramientas que nos permitirán incursionar y competir a nivel internacional en determinadas industrias.

“Es el camino para lograr un desarrollo económico duradero, pasando a ser actores activos en la industria 4.0, y dejando de ser solo receptores de los países industrializados”, expresó Marranzini durante el almuerzo anual y entrega de los galardones de la industria.
Indicó que es difícil que el país cuente con una verdadera apuesta al desarrollo industrial a largo plazo cuando las políticas del Gobierno dependen de la visión de los partidos políticos y cuando el sector privado avanza o se contrae dependiendo de las coyunturas. Marranzini enfatizó que se debe cambiar el modelo educativo, ya que el actual se torna obsoleto si se quiere alcanzar la Cuarta Revolución Industrial. “Esta revolución tecnológica sin precedentes hace que desaparezcan las fronteras entre las tecnologías físicas y las biológicas, lo cual con- lleva a grandes redefiniones en los conceptos de trabajo, de negocios, del modelo de recaudación tributaria y, por supuesto, del modelo educativo”, dijo.

Instó a que los sectores privado y el público definan juntos la estrategia que permita compensar la destrucción de empleos por la robotización y la inteligencia artificial; asumir una nueva cultura de hacer negocios en las empresas; encontrar nuevos mecanismos de ingresos fiscales por servicios que se originan en compañías que se encuentran en la Nube.
Expuso que el interés en conocer y analizar los planes y programas de los candidatos a cargos electivos sobre el desarrollo industrial no es casual, pues aunque el sector privado es el motor de la actividad económica, las políticas de desarrollo son diseñadas e implementadas por los actores públicos en consenso con los actores privados.