La capacidad del sector manufacturero para generar empleo y contribuir de este modo con el bienestar social se está viendo seriamente afectada por las condiciones en que es obligada a competir en una economía abierta como la de República Dominicana, adivirtió al Asociación de Industrias.

Manuel Diez Cabral, presidente de la AIRD, señaló que el Banco Central, en su análisis, reconoce las limitaciones que tienen las zonas francas, especialmente el sector textil, tanto en el plano internacional como nacional.

Entre las limitaciones internas que el Banco Central hace públicas se encuentran la indexación de los salarios, el aumento del costo de la energía eléctrica y el transporte terrestre, la corrección de la tasa de cambio, entre otras.

“Sin embargo, las autoridades parecen tener dificultades para ver que muchas de esas limitaciones internas también pesan sobre la industria local, restándole competitividad, con el agravante de que la industria local no tiene un conjunto de condicionantes favorables de que disfrutan las zonas francas”, señaló el presidente de los industriales.

“Nos encontramos en un precario equilibrio que amenaza con derrumbarse, provocando una crisis graves en nuestro sector. Los costos se incrementan y el marco jurídico en que nos movemos no favorece nuestro desarrollo como sector industrial local. Si para las zonas francas parece existir un respiro, para el sector industrial local existe un contexto que le está asfixiando”, señaló Diez Cabral.

El respiro al que se refiere Diez Cabral es el relativo a la defensa que ha asumido el Estado dominicano de sus zonas francas que ha permitido, entre otros elementos, la extensión de los incentivos a ese sector hasta el 2015. “Esperamos que algo similar pueda hacerse con la industria local”, enfatizó.