“La apertura gradual de la economía dominicana es necesaria, pero requiere garantizar algunas condiciones que eliminen los riesgos de impulsar la propagación del COVID-19, y que contribuyan a superar la crisis sanitaria en curso”. Así lo explicó Celso Juan Marranzini, presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD).
“Necesitamos ir abriendo más nuestra economía para salvar miles de empleos, y como una forma de garantizar la permanencia de miles de empresas de todo tamaño”, afirmó Marranzini.
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Afirmó que un elemento importante es el desarrollo de grandes planes de construcción de infraestructura, de viviendas, acueductos, plantas de tratamiento de aguas residuales, entre otras; “de modo que sirvan al doble propósito de reactivar la economía y de responder a requerimientos de orden social, ambiental y de infraestructura necesaria para el desarrollo económico,» agregó.
Aseguró que es necesario ir implementando un plan de activación económica, como se ha hecho en otros países, dando prioridad a las cadenas de valor que más empleos y valor agregado nacional generen, como la industria de la construcción, pero basados en protocolos de operación que garanticen la seguridad de los colaboradores ante la amenaza del coronavirus.
En ese sentido, Marranzini considera importante que se continúe profundizando las medidas que inyectan liquidez de forma blanda a las empresas para que puedan mantener empleos y pagos a proveedores y acreedores, de manera que se preserve el tejido productivo del país, hoy amenazado por esta pandemia del COVID.
“Mientras es superada la crisis, aspiramos a reposicionar el país como la economía más competitiva, de mayor crecimiento y estabilidad en la región; asegurando en las exportaciones un mayor dinamismo. No debe faltar, además, una agresiva política de atracción de inversiones hacia la industria, las zonas francas, el turismo y la minería, para lo cual se requieren condiciones estables y garantías jurídicas.
“Necesitamos un plan-país, necesitamos consenso, necesitamos mirar en la misma dirección, necesitamos avanzar con prudencia,» sentenció Marranzini.
Un compromiso ciudadano
Marranzini indicó que en todas partes del mundo la superación de la crisis del coronavirus es un compromiso de los estados, pero es también un compromiso ciudadano. Aseguró que la gente lo quiere hacer bien y se esfuerza por hacerlo bien.
“Si las personas vulnerables se quedan en casa, si los que sospechan de estar expuestos al virus se quedan en casa, si los que pueden salir hacen uso de mascarillas todo el tiempo, si mantienen un distanciamiento de otras personas de por lo menos dos veces su estatura, si se mantiene el lavado frecuente de manos e higiene con desinfectantes las superficies, entre otras medidas recomendadas por las autoridades, ganaremos la batalla, podremos reactivar la economía sin impulsar la propagación del virus”, expresó el presidente de la AIRD.
En esa dirección, indicó que también es necesario rechazar, denunciar y castigar las conductas imprudentes – sean individuales o colectivas- que ponen en peligro a la familia, a la comunidad, a la vida de las personas “y que retrasan la salida de esta situación. Condenó enérgicamente los actos de irresponsabilidad como el exhibido en Puerto Plata el domingo pasado, y dijo que debe haber un régimen de consecuencias para entidades y ciudadanos que atenten con la vida de personas y con alargar el tiempo necesario para reactivar la economía.
Para Marranzini es muy importante que el Estado continúe garantizando un ingreso mínimo a los desempleados, a los trabajadores del sector informal, de modo que puedan subsistir mientras se dinamiza la economía.