Aire de un desenfado elegante

Aire de  un desenfado elegante

Desenfadado y atemporal, una tendencia que pasa de la moda a la decoración.
No lleva ningún estilo en particular y aun así no pierde su aire contemporáneo y actual. Es el equivalente a unos jeans y camisa blanca con zapatos lindos, donde pareciera que no hubo el menor esfuerzo en lograr ese “look” elegante y sofisticado.
Se deja enamorar por los lienzos blancos, llenos de luz y sencillez. Se ayuda de los tonos neutrales en tierra y los grises para hacer un fondo que no pasa de moda. Puede pasar por minimalista, pues los detalles no son exagerados y cada pieza tiene su por qué, se le da uno, no está allí porque sí.
No es necesario perder el estilo ni que los espacios se sientan aburridos, a pesar de su aparente minimalismo, con el “effortless chic” podemos sentirnos cálidos con alfombras mullidas de pelo largo y un montón de cojines en el sofá que a pesar de que no se salgan de la paleta de los neutros, si los combinamos en diferentes texturas y tamaños da un toque de carácter y atrevimiento visual.
Piezas “vintage”, cuadros enormes o espejos colocados en el piso en lugar de las paredes, dan un punto focal importante y divertido a este “look” tranquilo y poco complicado. No olvides los contrastes, no tanto como en un estilo ecléctico, pero se vale unir lo nuevo con aquello que tiene historia, cerraduras antiguas en puertas modernas o una lámpara industrial donde tienes esos muebles de ratán.
Pulcritud y orden sin llegar a la rigidez, donde cada cosa se vea en su lugar. Hay lugar para los detalles y las plantas siempre con el cuidado de limitar las cantidades, rincones limpios y cortinas sin estampados.
Usa maderas, fibras naturales y esas piezas que bien pueden ser recicladas, pues se asocia este estilo a conciencia frente al medio ambiente, como una ola de frescura traducida a la decoración.
Esa sensación de que todo está en calma es el secreto del “effortless chic”, de que el desenfado elegante que representa nos haga sentir en paz y a gusto, donde no nos abrumen los excesos y parezca que el tiempo no ha pasado por allí.

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