El ex-presidente Leonel Fernández ha escrito un artículo titulado: “Raza, ideología e identidad”, el cual fue publicado ayer en el periódico “Listín Diario”. El primer párrafo se refiere a las luchas sociales de los esclavos haitianos, entre 1791 y 1804, que dieron lugar a la proclamación de su independencia… de Francia y de “los blancos”. La rebelión contra la esclavitud fue, al mismo tiempo, una guerra social y una guerra racial. El ex-presidente señala, con precisión y acierto: “En la actualidad, se manifiesta gran respeto y mucha admiración hacia Haití por la conquista de esos logros, pero en su tiempo significó el no reconocimiento diplomático por parte de las potencias coloniales y, por consiguiente, su aislamiento internacional”.

Haití fue el primer país de América latina en alcanzar la independencia y proclamar la abolición de la esclavitud. El doctor Fernández cuenta, en los renglones siguientes, varios episodios de las luchas contra la esclavitud: en los Estados Unidos, en Brasil, en Cuba, en “las colonias inglesas y francesas del Caribe”. También menciona algunos líderes de la descolonización en el África: en Ghana, en Kenya, el Senegal. Todo ello para explicar cómo surgen agresiones y rechazos, cuando ciertos grupos piensan que otros actúan contra la libertad o a favor de la discriminación racial.

Estas referencias incluyen África del Sur y la actuación protagónica de Nelson Mandela, un líder negro que no se dejó aplastar por el odio racial, a pesar de las muchas vejaciones e injusticias que sufrió durante su vida. Son oportunas explicaciones en la actual situación internacional que enfrenta la RD con motivo de la sentencia 168-13 del TC. Precisamente en el momento en que el Presidente Medina se encuentra en Cuba, asistiendo a la II Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

Contribuye así a un trabajo diplomático esencial para defender la RD de los enemigos que la acosan. Haití fue obligado a pagar “reparaciones” a Francia hasta muy entrado el siglo XX. Resulta paradójico que la RD sufra ahora el aislamiento internacional que sufrió Haití en el siglo XIX, siendo el país que más ayuda ha prestado a sus vecinos. Las potencias colonialistas y esclavistas, que ya cobraron “reparaciones”, podrían volver a emplear métodos infames.