¿Qué sería de los caldos, las carnes y los moros sin el ají cubanela? Definitivamente no serían lo mismo, pues aunque modesto, éste hace su aporte al sabroso sazón dominicano: un leve sabor picante y mucho color.
Aunque es un ingrediente base en la gastronomía dominicana, su uso se remonta a muchos años y civilizaciones atrás. Los mayas, por ejemplo, lo utilizaban en la preparación del cacao caliente o para moles.
El cubanela
Pimientos y ajíes hay muchos, pero el cubanela, que pertenece a la variedad de forma alargada, es único.
Y es que al consumirlo no tiene que preocuparse por el sabor que adquirirán sus platos, pues este sabio vegetal tiene un sabor moderado, y a diferencias de los pimientos, no es ni demasiado picante, ni demasiado agrio.
También cuenta con variedad, pues dependiendo de cuándo se corte de la mata, lo encontrará en diferentes colores y tamaños: rojo, verde, amarillo o naranja. Eso sí, ¡todos sabrosos!
Un uso muy extensivo
Actualmente es un ingrediente tradicional de las comidas de México, el Caribe, Tailandia, Perú y Bolivia.
En estos países es básico para la preparación del chimichurri, el locrio, un guiso a base de maíz y frijoles que se consume en la zona de la cordillera de los Andes, las salsas criollas, parte del relleno de la mayoría de las empanadas y adobos para pizzas, entre otros sabrosos y variados platos.
El ají cubanela y la salud Básicamente aporta agua, fibra y casi nada de grasas.
Contiene vitaminas: C (muchísima, más que los cítricos) E, A, B1, B2, B3, B6, minerales: fósforo y magnesio, potasio, calcio, ácido fólico, carotenos, capsantina y betacaroteno, entre otros nutrientes.
Su particular sabor ayuda a una buena digestión, puesto que aumenta la producción de jugos gástricos.
Estimula el ritmo metabólico del cuerpo, elevando el consumo de calorías, lo que ayuda a reducir peso. El ají es también excelente para reducir los niveles de colesterol, es un buen anticoagulante que ayuda a prevenir las dolencias cardiacas y a mejorar la circulación sanguínea. Se asegura que tiene propiedades antioxidantes, lo que retrasa el envejecimiento de las células.
El ají también es anti-inflamatorio y un potente analgésico para dolores como los de cabeza.
Así que al consumirlo se aprovecha su sabor y sus propiedades.
El ají por América
La tradición del ají representa en América Latina un horizonte cultural tal y como lo son el maíz, la yuca o las arepas. Se comparte en varias regiones y pueblos, desde el sur, en tierras chilenas, hasta México en el norte, pasando por las selvas amazónicas, el Brasil, el altiplano peruano y boliviano y los Andes.