El presidente sirio, Bachar al Asad, dijo hoy que la recuperación total de la ciudad de Alepo el pasado diciembre por parte de las fuerzas del régimen refleja que se está «camino de la victoria», pero consideró que esta no se conseguirá hasta que se haya eliminado a «todos los terroristas».
En una entrevista a las emisoras francesas RTL y France Info y a la cadena LCP en Damasco, Al Asad sostuvo que «ver una parte del país destruida y un baño de sangre» es el «precio a pagar» por la liberación de la población.
«La guerra no es una solución, sobre todo si hay otras, pero la cuestión es cómo liberar a los civiles de los barrios tomados por los terroristas. ¿Es mejor dejarles bajo su control y dominación, con decapitaciones y ejecuciones? ¿El rol del Estado sirio es mirar sin hacer nada? No», destacó.
En su encuentro con medios franceses, del que mañana se difundirá la versión completa, Al Asad señaló que lo que importa, «a fin de cuentas, es que la gente queda libre del yugo de los terroristas».
Ninguna guerra es «buena, incluso si es para defender tu país o por una razón noble» porque, recalcó, «en todas hay destrucción y gente que muere».
La entrevista fue concedida antes de que Al Asad se reuniera hoy con los diputados franceses conservadores Thierry Mariani y Nicolas Dhuicq y con el excentrista y candidato a las presidenciales de abril y mayo Jean Lassalle.
En esa cita, según explicó Mariani a los medios, Al Asad negó el uso de armas químicas en este conflicto y se declaró dispuesto a perdonar a «casi todos» los grupos rebeldes, «salvo al Estado Islámico y al Frente al Nusra».