AL ausente en discurso de Bush

AL ausente en discurso de Bush

MIAMI (AFP).- Pocos días después de la Cumbre de Monterrey, en la que Washington pretendió un reencuentro con sus vecinos americanos del sur, América Latina brilló por su total ausencia en el discurso del presidente estadounidense George W. Bush sobre el estado de la Unión.

Salvo una alusión a un plan migratorio recientemente anunciado para legalizar temporalmente a los millones de indocumentados de Estados Unidos, la mayoría de ellos latinoamericanos, en su discurso del martes -considerado el más importante del año- Bush defendió su guerra en Irak y abordó cuestiones internas como candidato-presidente a su reelección en noviembre próximo.

No hubo en cambio una sola palabra sobre el vecindario hemisférico.

América Latina genera hoy cuestiones «contraproducentes para su campaña electoral», como «el ALCA y las relaciones con Brasil», explica Félix Martín, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de Florida (FIU), de Miami.

La «breve» alusión al tema migratorio fue una «ayuda al aliado Vicente Fox», presidente mexicano, con el que se «recuperan» unas relaciones tras las divergencias del año pasado sobre la guerra en Irak, añade.

«Hace un año, se necesitaba el apoyo (diplomático en el Consejo de Seguridad de la ONU) de América Latina para esa guerra. Hoy persiste un resentimiento en Washington porque ese apoyo no se obtuvo, y no tenía por tanto sentido explayarse sobre América Latina en un discurso, además, enfocado en la campaña electoral» explica Martín.

Pese a que en Monterrey Bush anunció que «Estados Unidos continuará trabajando con nuestros amigos en el vecindario en un espíritu de objetivos comunes y respeto mutuo», esa cumbre mexicana de las Américas dejó en evidencia numerosas divergencias -políticas y económicas- entre Washington y varios países del subcontinente.

¿Ha sido entonces América Latina ignorada de forma deliberada por Bush? Antonio Jorge, profesor de economía de la FIU no lo cree así. «No me sorprende tanto la falta de referencia a América Latina, porque en condiciones normales un discurso sobre el estado de la Unión versa fundamentalmente sobre cuestiones domésticas», asegura.

Las cuestiones excepcionales -Irak, la guerra contra el terrorismo- sí fueron tratadas por Bush. recuerda el académico. América Latina no figura ahora entre éstas máximas prioridades o preocupaciones, coinciden los dos profesores.

En un año electoral, «lo que le interesa realmente a la gente son cuestiones relativas a la salud, los impuestos, la economía o el mercado de trabajo» afirma Jorge.

La agenda latinoamericana de Bush sigue centrada en impulsar la creación a partir de 2005 de un Area de Libre Comercio de las Américas, que suscita reticencias en el subcontinente -Brasil, Argentina- pero también en los propios sindicatos y parte del electorado estadounidenses, demócrata o republicano.

Por ello, las omisiones en la intervención de Bush revelan «un astuto discurso, con un pequeño recordatorio a la cuestión migratoria (…)», destinado a Fox, pero un absoluto silencio sobre otros «temas muy delicados para el elector estadounidense», resume Martín.

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