Al celebrar el 205 natalicio del Patricio Juan Pablo Duarte

Al celebrar el 205 natalicio del Patricio Juan Pablo Duarte

Teófilo Quico Tabar

Próximos a celebrar el 205 natalicio del Patricio Juan Pablo Duarte, sería justo anhelar que todos los organismos de decisión y participación, en especial los más altos dirigentes, se comprometan de palabra y acción, a encaminar sus esfuerzos, primero y ante todo, a procurar el clima de convivencia fraternal indispensable para lograr acciones conjuntas. Comenzando con el gobierno y la oposición, a fin de poder crear las bases sólidas hacia la transformación y los cambios estructurales que demanda la nación.
Que se establezcan prioridades, tomando en cuenta los verdaderos problemas del país. Sector por sector y ciudad por ciudad. Y concretizadas dichas prioridades, determinar los puntos de coincidencia en los cuales se pueden llevar a cabo acciones conjuntas, y dejar de lado todo lo que pueda representar obstáculos hacia esos posibles planes de desarrollo, económicos, sociales, políticos, institucionales, morales, etc.
Que el espíritu de patriotismo en que se inspiró Duarte, sea capaz de influenciar y tocar las sensibilidades de los que gobiernan, dirigen y orientan a la nación, para que sus palabras y acciones contribuyan a afianzar esos elevados sentimientos.
Abandonar la práctica de pretender convertir un problema personal o grupal en problemas nacionales, que tronchen las aspiraciones de las mayorías. Que se evite obstaculizar el necesario y permanente dialogo entre los diferentes grupos que tienen posibilidades de incidir en las grandes decisiones y posibles soluciones a los problemas que afectan a la población.
Que se reafirme el sentimiento patriótico y cristiano en que se inspiró el fundador de la patria. Cristiano en cuanto a los deseos de superación y perfección. Cristiano en cuanto a la necesidad de mantener una actitud de concordia y bondad hacia los demás. Cristiano en cuanto a la observación de las más estrictas normas de la ética y la moral en todas las acciones humanas. Cristiano en cuanto a rescatar nuestros valores positivos.
Que los partidos políticos lleven a cabo sus procesos internos dentro de un clima de armonía y respeto ejemplares. Teniendo en cuenta que los dirigentes políticos son actores frente al gran espectador que es el pueblo, a quien le deben no solo respeto, sino su propia razón de ser.
Que los partidos se constituyan en verdaderos instrumentos de progreso y desarrollo por vía de sus programas. Que los den a conocer con tiempo. Y frente a los cuales hagan compromisos serios de respetar y ejecutar, si en los próximos procesos cuentan con el favor popular.
Que el espíritu de Duarte influya para que en el país haya verdadera paz y respeto. Respetarse a sí mismo de palabras y hechos, y respetar a los demás para poder exigir que lo respeten. Paz para consigo, a fin de poderla dar y exigir a los demás. Paz y respeto para los suyos y también para los contrarios. Porque mediante la paz y el respeto, se puede lograr un país con mejores oportunidades para todos. Y Juan Pablo Duarte debe ser la bujía inspiradora de esos anhelos. Siempre bajo el lema: Dios, Patria y Libertad.

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