Hasta los opositores han tenido que darle  el mérito al  Gobierno y al presidente Danilo Medina  en el acuerdo logrado con la empresa Barrick Gold. Por sus esfuerzos los ingresos del Estado provenientes de esas recaudaciones mineras  serán aumentados hasta seis veces.

Pero le cabe a Dios la gloria para que se concluyera ese acuerdo de manera  exitosa.

Y podemos verlo a la luz de la palabra de Dios que recoge la Biblia, la misma que aparece en el artículo 32 de la Constitución de la República Dominicana. De ahí  que debamos  recordar a Dios y  glorificar su nombre  no solo cuando estamos en dificultad, ante algún  enfermo al borde de la muerte,  sino también cuando llegan las bendiciones, como ésta de la Barrick Gold.

Uno de esos pasajes bíblicos que vincula de que manera Dios ha obrado en este caso de la negociación minera señala que Dios es el que produce el querer como el hacer. La negociación con la empresa minera se hizo posible porque Dios puso ese sentir en el gobierno.

Filipenses 2:13: porque Dios es el que en vosotros produce así el  querer como el hacer, por su buena voluntad.

La negociación se realizó con mucha sabiduría. Y no hay que ignorar que el principio de toda sabiduría es el temor de Dios. Y sabemos que el jefe de la  nación dominicana es una persona  altamente temorosa del Señor, que lo  respeta  y le tiene consideración.

Proverbios 1:7: El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;  los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.

El presidente Medina en su accionar público ha seguido dando muestras de humildad. Y lo demuestra su recorrido los fines de semana en los barrios y campos pobres del país,  y Dios le da gracia a los humildes, y resiste, dice su palabra, a los soberbios.

1 Pedro 5:5 Dios resiste a los soberbios,   Y da gracia a los  humildes.

Una vez, los fariseos querían sorprender a Jesús, y le preguntaron si era lícito dar tributo al César, el entonces jefe del imperio romano.  Y como para evitar caer en un gancho, como se dice en buen dominicano, Jesús  dijo lo siguiente: Mateo 22:21: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Al gobierno y a su equipo negociador le cabe, pues, su mérito por el acuerdo, pero a Dios le corresponde la gloria.