Al editor del diario Hoy Digital

Al editor del diario Hoy Digital

Le escribo para informarle cuan decepcionado estoy después de leer  en su diario digital ¨La Serie Especial Haití. Casi todos los días leo las noticias de varios países, incluyendo la República Dominicana. Le digo la verdad. Yo leía solo  el Listín Diario, pero la semana pasada decidí  leer otros medios de comunicación como el  Hoy digital. Pero, desafortunadamente me ha dado la bienvenida una serie de artículos escritos sin el mínimo rigor científico.

Una muestra de ello es el artículo titulado ¨Haití vive sumergido en la pobreza; los ricos son pocos¨ de fecha de 2 Julio 2013, 7:52 AM, de la autoría de Jennifer Gerónimo. La citada Gerónimo equivocadamente puntualizó ¨que la nación haitiana desde la época colonial hasta ahora enfrenta problemas de pobreza serios¨.  Permítanme recordarles que durante el tiempo colonial Haití era conocido como la perla de las Antillas. La escritora pudiese haber simplemente buscado en Internet y leer en Wikipedía que el país se llama «La Perle des Antilles» (La Perla de las Antillas), debido a su belleza natural….” (http://simple.wikipedia.org/wiki/Haiti). Esto es sólo para resaltar el carácter mediocre del artículo escrito por Jennifer Gerónimo. También voy a añadir que Wikipedía  ni siquiera es aceptado como una citación de avance en trabajos de investigación. Pero a veces, aunque resulta muy difícil uno tiene que bajar su nivel intelectual  para responder a alguien y un medio de prensa que publican artículos de calidad inferior a la media admitida.

En su libro titulado  ¨La Colonie Francaise de Saint Domingue¨, Blancpain Francois se pregunta ¿Cómo  los franceses perdieron Haití, la colonia más próspera, de la época? Una colonia que era la fortuna de Francia y le aseguraba un tercio de su comercio exterior.

Por otra parte, la publicación de fotos sin mencionar las fuentes es inaceptable y penalizada por violación de derecho de autor. Una pregunta a la  autora del artículo, cual es el origen de la imagen publicada en su articulo  http://www.hoy.com.do/cobertura-especial/2013/7/2/487918/Haiti-vive-sumergido-en-la-pobreza-los-ricos-son-pocos? Esta señora le dio su consentimiento para publicar su foto en su artículo? Permítame decirle que todavía su medio tiene la oportunidad de salvarse de los profesionales mediocres.

¿Acaso la autora puede citar una fuente de investigación donde consta que en la República Dominicana hay más haitianos que cualquier otro país en el planeta? ¿De dónde la autora extrajo la estadística de que los más pobres de Haití son los que inmigran al país de Peña Gómez? En vez de haber desperdiciado su tiempo en escribir tal artículo (que ni parece ser de un periodista pasante) con carácter exclusivamente negativo, una simple visita a las universidades de Santo Domingo le hubiese orientado de mucho en su artículo.

 En el artículo titulado Haití aporta 73% de los estudiantes extranjeros fechado del 25/11/2012 a las 4:08 PM del periódico Listín Diario de la autoría de Cándida Acosta, basado en la encuesta del Banco Central de su país sobre Gastos de estudiantes extranjeros en la República Dominicana, se resalta el aporte de los universitarios haitianos. La misma encuesta establece ¨Los resultados reflejan que el ingreso de divisas de la economía por concepto de los gastos de estudiantes extranjeros en el país alcanzó los US$9.8 millones mensuales¨, de los cuales 7.15 millones provienen de los haitianos. Ver: http://www.bancentral.gov.do/publicaciones_economicas/otros/Informe_Encuesta_Estudiantes_Extranjeros.pdf

 Por ejemplo, ¿sabe cuántos haitianos estudian en la universidad UNIBE, la más cara de su país? De mi promoción hace 5 años, en  medicina se  graduaron 7 después de haber pagado alrededor de  $US17 000 al año. Todos nosotros teníamos nuestros automóviles privados, todos nosotros vivíamos solo en ensanches  de la capital donde el alquiler a extranjero es muy costoso, y los anuncios  en diferentes periódicos resaltan ¨solo alquilamos a extranjeros¨. Por ejemplo, en la Calle Juan Antonio Mynaya y la calle Peguero de Mira Flores viven muchos estudiantes haitianos. Esos estudiantes  pagan 750 dólares mensuales por sus apartamentos, con sirvientas dominicanas que les lavan, les planchan, limpian y  cocinan.

Evidentemente, además de los universitarios, los profesionales e inversionistas, un número significativo de los haitianos que inmigraron a la República Dominicana se dedican a la economía informal. Pero debería haber mencionado que los haitianos que se dedican a los negocios informales ayudan al dominicano que con un salario por debajo del nivel de la pobreza son más que feliz de comer el plato de frutas en la mañana y disfrutar de un vaso de jugo de frutas en la esquina de la Ovando con la Máximo Gómez en espera de una carro público para ir al Trabajo. Yo le recomiendo leer ¨Análisis Bioética de las Condiciones de Trabajo de los Haitianos en la Industria de la construcción en Santo Domingo año 2008¨. Obra encontrada en la biblioteca de la universidad INTEC en el área de Ciencias de la Salud, escrita y publicada en 2009 por el doctor Louis Charles, con una Maestría en Bioética de dicha universidad.

Realmente me gustaría saber quién es el historiador César Rosario Paniagua que ha servido de escalafón del artículo. Realice una búsqueda en google sobre él  y no encuentre nada en particular, sino tan sólo el artículo escrito Gerónimo en el periódico Hoy Digital. Para mi información personal y para la edificación de otros se puede precisar ¿quién es el historiador? “Ese países el resultado de los negros esclavos procedentes de las costas africanas, generalmente en las primeras dos décadas del siglo XVI, cuando se empieza a implementar un sistema de  ¨trata de negros¨. Los africanos trabajaron como esclavos en  la isla entera. Ellos trabajaron en las plantaciones de caña de azúcar, entre otras. El fenotipo de los dos países es una prueba tangible.

 Permítanme recordarles, si hubiera tenido la oportunidad de realizar un viaje al extranjero o por lo menos a buscar a un viajero, si no, déjenme decirles, que al momento de llegar a la aduana se constata que el color de la piel de los agentes es idéntico a los Haitianos que se dedican al comercio informal en la calle Duarte con París o en el Pequeño Haití.

Además, con una visita al Palacio de la Policía Nacional entre las avenidas Francia y México en la Capital de la República Dominicana, al ver el color de la piel de los guardias parados frente al edificio yo pensaría que yo estuviera en Haití, frente a un comisario de la policía. No sé si como periodista ha viajado antes de escribir el artículo y sobre todo a Haití, es recomendable hacerlo para indagar. Este es el trabajo básico de un buen periodista, historiador o investigador. Todos los periódicos  respetables tienen fondo para ese tipo de viaje de investigación.

«Más del 80% en Haití es pobre y digo un número aproximado porque en Haití no hay estadísticas de nada ni siquiera se sabe la cantidad de personas que murieron después del terremoto del 2010 y eso no ha variado», lamenta Paniagua. Realmente Jennifer no hay estadísticas sobre nada en Haití. Finalmente me di cuenta que en cada profesión hay incompetentes y después de leer su artículo me di cuenta de que usted es un perfecto ejemplo. Para su conocimiento y para aquellos que necesiten estadísticas sobre Haití favor de consultar el Institut Haitien de Statistique.

Para concluir, me gustaría exhortar al editor de Hoy Digital de no seguir publicado artículos que no están basados en ninguna verdad científica o cultural sobre un país. La gente lee periódicos para que se informen, se eduquen; los estudiantes usan artículos de periódico en sus trabajos de investigación. También es de señalar que el formato que uso Jennifer Geronimo en su artículo no es un formato estandarizado. Hoy día se utiliza el formato de The Associated Press Manual for journalist. En su defecto, otros formatos como Modern Language Association, (MLA), o el formato APA. 

*Es médico, (medicina interna general, Unidad de Cuidados Intensivos).

 Maestria en Bioetica.

NOTA: El articulo ha sido publicado de manera íntegra, sin ninguna corrección a fin de que conserve la intención del autor.

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