Al enfermo terminal se le ayuda con dignidad y respeto

Al enfermo terminal se le ayuda con dignidad y respeto

Un principio básico y ético del médico hacia el padecimiento de los pacientes con enfermedades terminales es no destruir la esperanza ni predecir el tiempo de vida, pero tampoco crear falsas expectativas con medicamentos o tratamientos. Desde esa óptica define la psicóloga Rosa Mariana Brea Franco lo que debería ser el comportamiento del médico frente a casos de enfermedades terminales.

Los  pacientes con enfermedades terminales son aquellos que se encuentran en un estado avanzado de cáncer, sida, así como otros males y trastornos de salud graves y sin expectativas de curación, explicó Brea Franco durante su participación en la Jornada Nacional e Internacional de Humanización de la Salud, realizada hace poco por el Despacho de la Primera Dama de la República, doctora Margarita Cedeño de Fernández.

De acuerdo a Brea Franco, el diagnóstico que ubica al paciente en males terminales debe ser comunicado con responsabilidad por el médico y orientar a la familia y personal de enfermería encargado de las atenciones.

“La gran mayoría de los pacientes con enfermedades terminales consideran que esconderles el verdadero diagnóstico les resta la importancia que tiene el tomar las decisiones correctas de su vida y los tratamientos”, aseguró la especialista.

El manejo del conocimiento del diagnóstico es crucial para la evolución del enfermo, por lo que la especialista aconseja a los familiares y al paciente buscar informaciones sobre la enfermedad y los diferentes tratamientos alternativos. Agrega Brea Franco, que hasta los niños deben ser informados adecuadamente según la edad y madurez emocional.

“Los familiares y amigos cercanos deben aprender a lidiar con los intensos sentimientos de ira, tristeza y desesperación de este paciente, provocados por la situación en que se encuentra y tratar de mantener una buena comunicación con ellos”, afirmó.

Por otra parte, al referirse al personal hospitalario que atiende a estos enfermos, un equipo multidisciplinario que incluye al psicólogo, dijo que éste debe saber que cada paciente es único, con sus necesidades y limitaciones, que debe conocer y comprender el proceso de duelo en que vive esa persona y, en ese sentido, tiene que existir una estrecha  cooperación entre el médico y los familiares, en beneficio del paciente.

Entre la relación del personal hospitalario y el paciente, la psicóloga considera que se debe evitar presentar al enfermo una actitud pesimista y derrotista, conocer y aceptar las limitaciones personales de cada caso y compartir las inquietudes con otros compañeros sobre las tensiones y temores, es decir, expresar qué se siente lidiando con estos casos.

Aconseja Brea Franco, que el médico también debe tener sus tareas personales para eliminar la tensión y el estrés que significa lidiar con este tipo de pacientes, como tomar días libres y vacaciones, mantener una actitud renovadora, estar abiertos a nuevos enfoques y reconocer que algunas situaciones no podrán ser manejadas por ellos.

Los pacientes con enfermedad terminal presentan una serie de temores, entre ellos, ser una carga para la familia, el temor al dolor de los efectos colaterales del tratamiento y a la dependencia y manipulación de la familia y el médico.

Sin embargo, explica, que hay pacientes excepcionales que expresan y sienten el deseo de vivir y comparten las responsabilidades del tratamiento y la toma de decisiones a la vez. Este tipo de paciente expresa abiertamente sus temores y dificultades manteniendo una buena relación médico-paciente que infunde confianza y seguridad.

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