Concluyó ayer ayer el traslado de las primeras 20 familias de la vieja a la Nueva Barquita que construye el Gobierno, en La Javilla, Sabana Perdida, proyecto que será inaugurado por el presidente Danilo Medina a finales de este mes, según el director Ejecutivo de la Unidad Ejecutora para la Rehabilitación de la Barquita (URBE) José Miguel González Cuadra.
González Cuadra dice que todos los niños de La Barquita de Los Mina iniciarán el próximo año escolar en el nuevo proyecto, dotado de un liceo, estancia infantil, un centro de atención primaria, cancha deportiva, un centro Progresando, Cuerpo de Bomberos, un puesto Policial, y todos los servicios básicos que necesita una ciudad.
Para el traslado las autoridades toman todas las medidas de precaución posible para evitar los menores errores posibles.
González Cuadra justifica la lentitud en el proceso porque se trata de un plan de piloto de 20 familias con el objetivo de aprender de cualquier error debido a que se trata de una gran movilización de seres humanos.
Expresa que una vez sea inaugurado el proyecto, entre el 29 y 30 de este mes el proceso de traslado no se detendrá hasta que las 1,600 familias estén en el nuevo proyecto, con un costo superior a los cuatro mil millones de pesos.
Sostuvo que el proceso consta que en una vez se produce el traslado inmediatamente se derriba la vivienda en la vieja Barquita, porque el objetivo es convertir el área en un gran parque ecológico.
Asegura que terminada la inauguración URBE estará lista para movilizar, el resto de las familias de La Lechuga, La Lata, La Barquita y Los Reguindao, ya que es así como se dividen los sectores en la margen del Ozama.
Aclara que no se trata solamente de entregar una vivienda, sino de ofrecerles una nueva forma de vida digna, donde también aprendan a convivir.
Explica que no es que las familias de La Barquita y otros sectores depauperados no saben convivir, sino que las condiciones no se los permiten, como se demuestra ahora cuando habitan en un ambiente diferente.
Morenny Pinales, tenía empacados los pocos ajuares que con que cuenta, desde hace una semana, pero ayer terminaba de echar en fundas las piezas de vestir porque estaba en la lista para ser trasladada a un apartamento en la Nueva Barquita junto a sus dos hijos.
Pinales no podía ocultar la emoción y al ser preguntada sobre su estado de animo de inmediato su rostro la delató con una sonrisa a flor de labio.
Justificó la pesadilla que padecía mostrando algunos charcos de agua dentro de la sala de su casa de cartón y hojalata, pues hace dos semanas por las lluvias, las aguas río Ozama inundaron las viviendas.
Aracelis Cuevas, madre de tres hijos y abuela de otros, mostró su desesperación al ver que sus vecinos más cercanos se van mientras su casa no está dentro de las primeras 20 del plan piloto.
“Me desespero, me pongo nerviosa porque creo que me van a dejar sola aquí. Pero estoy segura que el presidente Danilo no va a permitir que me dejen en este lugar” expresa.