Al gobierno se le acabó la magia y el optimismo económico; en la economía oficial se ha producido un cambio fundamental que el Presidente Fernández no quiere aceptar. Era algo que se esperaba, porque la mala gerencia siempre ha estado ahí, solo que en el pasado tuvo la suerte de contar con un FMI excesivamente permisivo, lo que parece ha cambiado. Tiene un déficit fiscal, calculado por lo devengado, que a junio del 2010 ascendía a RD$64 mil millones, porque es conocido que el gobierno se volvió loco gastando, superando por mucho los ingresos corrientes de RD$124 mil millones.

El FMI rechazó la propuesta del gobierno de aumentar la meta de RD$47 mil millones como déficit a diciembre del 2010, por eso le dice que está excedido en el gasto, rezagado en las recaudaciones y que no le autoriza nuevos endeudamientos.  El Organismo Internacional tiene razón, porque en los primeros seis meses del 2010 el gobierno dedicó el 42% de sus ingresos corrientes para pagar el servicio de la deuda pública, porcentaje éste que en los mismos meses del 2008 y 2009 era de 27%  y 30%, respectivamente. 

El FMI le dijo al gobierno que debe ahorrar y generar nuevos ingresos por RD$40 mil millones en doce meses. Si fuera prudente con los recursos públicos, se sometería a un estricto programa de austeridad, que evite nuevas cargas a los consumidores. El despilfarro de los recursos públicos es mayúsculo, basta citar que en nómina del gobierno central, instituciones descentralizadas, nominillas del PLD y en tarjeta solidaridad, el gobierno mensualmente le paga al 50% de la población económicamente activa del país, es decir, a dos millones de personas, una barbaridad,  situación que es insoportable para las finanzas públicas y para el contribuyente.

Termina la magia económica del Presidente Fernández y su gobierno cuando no cuenta con las continuas dispensas del FMI, las que se concedían no obstante las decepcionantes ejecutorias públicas en los últimos cinco años. No habrá dispensas fiscales porque el Organismo Internacional está seriamente preocupado con las pérdidas de reservas internacionales del Banco Central, provocadas por el déficit del gobierno; basta citar que  al 28 de julio pasado había perdido US$340 millones respecto a diciembre 31 del 2009.    

Si los países europeos están entrando en la etapa de control presupuestario para evitar deterioro de la balanza de pagos, no es verdad que a República Dominicana se le va a permitir lo contrario. El déficit presupuestario en ascenso es un privilegio para los Estados Unidos que emite el dólar, además fue donde se originó la crisis, y para unos cuantos países que tienen ahorros o que poseen un producto potencial superior al real. De ninguna manera a un gobierno que en los años 2005-2009 manejó ingresos tributarios anuales por RD$201 mil millones y, no obstante, acumuló déficit en las finanzas públicas por RD$103 mil millones, demostrando el Presidente Fernández que solo sabe gastar y sin control. Se acabó la magia.