Durante la temporada muerta los principales ejecutivos de Atlanta Hawks hicieron muy poco en sus aspiraciones de acabar con la sequía de una corona de campeón en la franquicia.

Lo único que hicieron fue contratar a Danny Ferry, ex dirigente de Cleveland Cavaliers, como su nuevo jefe de Operaciones de Baloncesto, cuya principal medida  fue ahorrarle dinero al equipo, por ende, debilitar aún más a la escuadra.

Traspasó a su estelar jugador Joe Johnson a Brooklyn Nets, por lo que se deshizo de cerca de 90 millones de dólares que contemplaba el contrato del escolta. Además de recibir a los jugadores Anthony Morrow y DeShawn Stevenson. Junto a Johnson también salió Marvin Williams, el cual fue enviado a Utah Jazz. Williams tiene un salario pendiente de 8.2 millones este año y una opción de renovación por 7.5 en 2013, por lo que la franquicia se libra de casi 16 millones.

Pero nada de eso debe de importarle a la fanaticada del conjunto con sede en la ciudad de Atlanta, Georgia, que juega como anfitriones en el pabellón Philips Arena, la cual no ve ganar a su equipo desde 1958, último y único año que han alcanzado un título de campeón.

Este año el buque que dirige Larry Drew debe tener como figura estelar al Al Horford. El jugador dominicano jugó solamente 11 partidos en la serie regular tras sufrir un desgarro pectoral que le puso punto final a su campaña el año pasado.  Regresó a tiempo para jugar tres partidos de playoffs con los Hawks y recordar por qué había entrado en el equipo All-Star el año anterior.

Ningún centro es mejor a la hora de bajar rebotes defensivos e iniciar contraataques, y pocos pueden igualar su manejo de balón y su efectividad a media distancia. El tuvo average de 12.4 puntos por juego, 7.0 rebotes y 2.2 asistencias.

El ala pívot Josh Smith debe jugar también un papel primordial en las aspiraciones del equipo de regresar de nuevo a los playoffs.  Smith se ha convertido en un gran jugador a pesar de sí mismo, con récords personales en puntos y rebotes.

Evidencia fue marcó 18.8 puntos por partido, 9.6 balones atrapados debajo del aro y 3.9 asistencias.

La llegada de Kyle Korver, de Chicago,  jugará un papel preponderante en la mejoría o no de los Hawks. El alero  sigue siendo letal con sus tiros externos. Metió el 43.4 por ciento de sus triples y el 40.2 por ciento de sus dobles largos para terminar quinto entre los jugadores de su posición en porcentaje verdadero de tiros.  El promedió el año pasado promedió 8.1 puntos, 2.4 rebotes y 1.7 asistencias.

Devin Harris, quien llegó a la tropa desde Utah Jazz, es un escolta extremadamente rápido, capaz de hacer muchas cosas dentro del tabloncillo. La pasada contienda tuvo registro de  49.8 por ciento desde la línea de dos puntos, lo cual lo ubicó en  el noveno lugar entre los bases armadores y en el sexto en cuanto a tasa de tiros libres. Harris promedió 11.3 por partido, 5.0 balones atrapados y 1.0 robos.

El escolta Anthony Morrow desplegó su calidad como lanzador con una efectividad del 93.3 por ciento desde la línea, y cabe suponer que recuperará su agudeza en triples esta campaña para elevar su efectividad al 40 por ciento.

Louis Williams fungirá como sexto hombre. Los Sixers batieron el récord de la menor cantidad de pérdidas para un equipo la temporada pasada, y Williams fue uno de los motivos principales.

El plantel lo completa Jeff Teague, DeShawn Stevenson, Anyhony Tolliver, Zaza Pachulia, Johan Petro, John Jenkins, Iván Johnson y Mike Scott.