POR ANTONIO VALDEZ
Desde los años gloriosos de Dominique Wilkins, los Atlanta Hawks buscan un líder. Al Horford podría ser ese mesías, al tiempo de convertirse en el primer gran jugador dominicano en ese circuito.

¿Podrá Horford llenar las expectativas que sobre él han tejido analistas, técnicos y la prensa deportiva? A partir de hoy, esas y otras interrogantes serán despejadas.

Horford, el pick No 3 del pasado draft de la NBA, es ya el jugador más admirado entre los Hawks. El mostró a la administración del equipo su capacidad para jugar en la zona pintada de la cancha, tanto en la Liga de Verano como en los partidos de pretemporada.

Sólo falta demostrar que está en capacidad de afrontar, chocar y medirse de tú a tú con los mejores powers forwards y centros de la prestigiosa liga.

El tendrá que jugar más allá de sus años y estatura para ayudar a compensar la carencia de hombre altos en el poste bajo de los Hawks.

Wilkins fue una estrella en la ciudad de Atlanta, lugar donde jugó por espacio de 11 temporadas y media, antes de ser enviado a Los Angeles Clippers, el 24 de febrero de 1994. Wilkins anotó 23,292 puntos en sus años de apogeo.

Wilkins es el símbolo de la franquicia desde que se unió al equipo en 1982, después de salir de la Universidad de Georgia.

Esos huecos podrían ser llenados a cabalidad por el jugador dominicano nacido en Puerto Plata, el 3 de junio de 1986, precisamente, cuando Wilkins era el líder indiscutible de los donqueos con una combinación impresionante de poder, elegancia y gracia.

Horford, de 6’10” y 245 libras, promedió 10.3 puntos, 7.9 rebotes y 1.8 tiros bloqueados en 109 partidos durante tres temporadas en Florida University.

El es el jugador criollo escogido más alto en la historia del draft. Antes que él, fueron seleccionados Hugo Cabrera (1976) para los Milwaukee Bucks, Frank Rodríguez (1984 para San Antonio Spurs, Tito Horford y José –Grillo- Vargas (1988), Milwaukee y Dallas Mavericks, respectivamente; Luis Felipe López (1998) con Vancouver Grizzlies, Luis Flores (2004) con Houston Rockets, Charlie Villanueva y Francisco García (2005) (Toronto Raptors y Sacramento Kings), sucesivamente.

 Grandes expectativas generó López, que en sus años colegian en Saint John’s, a mediados de la década pasada, mantuvo cautivo a un gran público, pero que no trascendió como se esperaba.

Horford jugó baloncesto de high school en Grand Ledge, Michigan, pero aprendió las intringulis de esta disciplina a mediados de los 90s en la Escuela de Baloncesto Leandro de la Cruz, bajo las instrucciones de Teresa Durán y Víctor Hansen. Luego, recibió sabios consejos en el Colegio de La Salle, de las manos de Faisal Abel.

SUS VIRTUDES

Horford es un agresivo jugador en la zona pintada, que usa su fortaleza física y atleticismo para tomar ventaja a sus rivales. Además, es un fino bloqueador que calcula el tiempo de lances del contrario para ejecutar esta especialidad de juego. Maneja el balón como un hombre pequeño y pasa la esférica también para un jugador de su estatura. Desahoga a los armadores llevando el balón en caso de emergencia.

Su padre, Tito, jugó para tres equipos en la NBA durante la década de los 80s y principio de los 90s.

CARRERA EN FLORIDA

Año     JJ         TC       Reb     Bk       Pts       Prom.

2004-05          32        48.0     209      51        179      5.6
2005-06          39       60.8     295     68       442      11.3
2006-07          38        60.8    360     70        502      13.2
Totales              109     58.6    864      189      1,123   10.3

HORA

7:30 p.m.

El debut de Horford será esta noche, cuando los Atlanta Hawks reciban a los Dallas Mavericks en el Phillips Arena.