Un buen comienzo del año, en materia de nutrición implicaría reorganizar la dieta y asumir nuevos hábitos para desintoxicar el organismo y proveerle nutrientes de la mejor manera posible. Eso requiere un cambio en la cocción de los alimentos, pues las frituras –con su exceso de grasas– o los salcochados –en los que por la cocción prolongada que requieren los alimentos pierden parte de su valor nutritivo– no son la mejor opción.
La comida más sana, según expertos en nutrición y gastronomía, es la que se elabora al horno o a vapor, dos técnicas muy antiguas en las que, si bien el proceso puede hacerse un poco más largo, se obtienen platos con un mejor sabor y los nutrientes de los alimentos se mantienen en la mayor medida posible.
A la plancha también se obtienen estos resultados, aunque no se puede hacer con todos los alimentos y tal vez tenga que utilizar algún tipo de grasa para evitar que se peguen a la superficie de cocción. Además, cocinar a la plancha requiere mayor atención y dedicación, pues no siempre todos los lados del alimento se cocinan a la misma temperatura y debe estar moviendo y prensando constantemente.
A vapor. Un ejemplo permite constatar fácilmente la ventaja de cocinar al vapor: el brócoli cocido al vapor retiene un 84 % de su contenido en vitamina C, mientras que sólo conserva un 40 % si es hervido. Lo mismo pasa con el arroz, que cocido al vapor aporta una mayor cantidad de vitamina B1. Y si eso ocurre con las vitaminas, también con el sabor, que se mantiene intacto en el vegetal y no se queda en el agua, como pasa con los hervidos.
Otra ventaja es que al vapor los alimentos se cuecen tan rápidamente como si los sumergiera en el agua y no necesita aprender a dominar la técnica si cocina a vapor por primera vez.
Al horno. La comida que se cocina lentamente tiene un inmejorable sabor, y esa es la primera ventaja a resaltar de lo que se cocina al horno; además permite cocer los alimentos con menos cantidad de grasa, lo que influye directamente en el nivel de colesterol del organismo y en la salud en sentido general.
Al cocinar al horno, el exterior de los alimentos se sella, dejando los jugos intactos en el interior y confiriéndoles al final una textura más sabrosa.
Que conste que estas ventajas son propias del cocido al horno de leña o al horno de gas. El microondas, que algunas personas utilizan para cocinar determinados alimentos, no permite cocinar con tanto éxito, pues suele quemar o secar los alimentos que tengan mucha grasa o poca agua.
Al cocinar en el microondas se corre el riesgo de que el alimento explote si se trata de salchichas, huevos, tomates u otros similares. Otra desventaja es la irregularidad de la temperatura: como el microondas no calienta uniformemente puede que necesite entrar de nuevo el alimento para que caliente los puntos fríos.