AL lleva sus reclamos Foro de Bombay

AL lleva sus reclamos Foro de Bombay

BOMBAY (AFP).- Corriendo como hormiguitas, los más de mil activistas de América Latina que participan en el Foro de Bombay van de un seminario sobre «comercio equitativo» a otro sobre «soberanía alimentaria», al tiempo que debaten sobre la «estrategia post-Cancún».

Procedentes de casi todos los países de la región, los latinoamericanos han expuesto en el Cuarto Foro Social Mundial (FSM) una agenda centrada en particular en las consecuencias de la «mundialización neoliberal» en la salud, la educación, el empleo o el nivel de vida.

Estimando que el revés que sufrieron las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el pasado septiembre en el balneario mexicano de Cancún, se debió a la presión que ejercieron en la calle unos 10.000 manifestantes, los activistas han discutido desde el viernes nuevas acciones.

«Nuestro desafío es preparar campañas contra la OMC, y contra el neoliberalismo que se está extendiendo en el mundo. Debemos hacer en otras partes lo que hicimos en Cancún», declaró el sindicalista brasileño Rafael Freire Neto, en una mesa redonda dedicada al «comercio equitativo».

Con documentos y folletos bajo el brazo, los activistas de Brasil, Argentina, Uruguay, Colombia, México, Perú, Bolivia, Ecuador, Venezuela, América Central y el Caribe han discutido con delegados de otros países del mundo cómo oponerse a esas políticas y construir un mundo distinto.

En Bombay, las causas son casi tan numerosas como los activistas.

La mexicana Pilar Sánchez Rivera, de la organización Católicas por el Derecho a Decidir, trajo a Bombay, entre otras cuestiones, el caso de las casi 400 mujeres asesinadas y más de 4.000 desaparecidas en la fronteriza Ciudad Juárez (noreste de México) en la última década.

Compatriotas de Sánchez han expuesto en el Foro la destrucción del mundo campesino en ese país, por causa del Tratado de Libre Comercio (TLC), suscrito en 1994 entre Estados Unidos, Canadá y México, que ha provocado un aumento de la pobreza.

«En México, hay ahora más de 15 millones de personas que viven en la extrema pobreza», dice, subrayando que ese país «se ha hecho todavía más dependiente» de su poderoso vecino. «México importa un 58% de arroz y un 49% de la carne» que consume, indica.

Un miembro de la organización Jubilee sur, que pide la condonación de la deuda externa de los países en desarrollo, explica en Bombay cómo el pago de los intereses de la deuda consume los recursos que deberían ir para mejorar la salud, la educación y el bienestar de los pueblos de la región.

Otros denuncian el presupuesto que consagran los gobiernos latinoamericanos a los gastos militares.

«En Ecuador, más de 12.000 niños mueren cada año por enfermedades que pueden ser curadas. Eso es más de los que mueren en algunas guerras», dijo Edgar Isch Lopez, que dirige en su país el Frente Nacional para la Salud de los pueblos.

Indica que el presupuesto para salud de Ecuador representa sólo un 5%, en cuanto que un 40% del presupuesto está consagrado a la deuda externa y un 14% al ejército.

«Unos 9.000 millones de dólares serían necesarios para dar agua a las naciones pobres del mundo y otros 20.000 millones de dólares para suministrar salud». Pero para eso no hay dinero, se queja, «y la salud es un derecho».

«En cambio, los gastos militares globales suman unos 900.000 millones de dólares al año», denuncia.

Ché López, de 29 años, presente en Bombay, es director de la Unión de trabajadores del sudeste de Estados Unidos, un grupo que entre otras cosas lucha por los inmigrantes mexicanos en ese país, y contra la militarización de la frontera entre ambos países.

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