Ildefonso Ureña 
Ildefonso Ureña
En la semana del aniversario de la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo (ACD) asistimos a diversas actividades organizadas por la institución que preside Jorge Torres Ocumares y quiero dar fe de la charla magistral que ofreciera Roosevelt Comazamy.
El maestro nos deslumbró con su forma de describir el difícil arte de comunicar los deportes en donde citando sus palabras hay que darle al fanático un asiento de la primera fila.
Comarazamy, un doctor en derecho graduado “cum laude”, de dilatada carrera periodística, nos atrevemos a decir que en dos horas nos enseñó lo que tardaríamos en aprender unos años, ya que con una familiaridad y grandes ejemplos nos mostró lo que debemos hacer en la narración y comentarios deportivos.
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Él ha sido un maestro de generaciones y yo soy un ejemplo de ello.
Estableció la diferencia entre narración y animación, puso en relieve la divergencia entre los comentarios de la radio y la televisión con ejemplos y vivencias.
Roosevelt comenzó como traductor y se convirtió en el más completo cronista deportivo de nuestro país, por su amplia cultura y conocimientos de diferentes disciplinas.
Nacido en San Pedro de Macorís, hijo de otra lumbrera del periodismo nacional don Francisco Comarazamy, Roosevelt fue responsable de la creación del baloncesto en el club Naco y miembro de la selección nacional de ese deporte.
