Afganistán, (AFP) – Al menos 12 personas murieron y 30 resultaron heridas, en su mayoría policías, en dos atentados suicidas contra comisarías cometidos hoy en el Sur y el Oeste de Afganistán, informaron fuentes oficiales.

Los ataques se llevaron a cabo tras un fin de semana sangriento, en el cual murieron nueve soldados, en su mayoría occidentales, y numerosos civiles e insurgentes en un país que enfrenta un recrudecimiento de las acciones de las milicias islamistas talibanes.

El primer atentado del lunes tuvo lugar frente a la sede de la policía de Lashkar Gah, capital provincial de Helmand (sur), un bastión de los talibanes y el primer centro de producción de opio del país.

«Once personas, nueve policías y dos civiles, murieron en un atentado suicida en Lashkar Gah. Ventiocho personas, en su mayoría policías, resultaron heridas», anunció el ministerio de Interior en un comunicado.

Los talibanes, que gobernaron Afganistán de 1996 a 2001, fueron expulsados del poder junto a sus aliados de la red Al Qaida por una intervención militar internacional liderada por Estados Unidos.

En Delaram, en la provincia vecina de Farah (oeste), otro policía murió y dos personas resultaron heridas en otro ataque contra una comisaría, según la policía local.

El atentado fue llevado a cabo por un individuo que mató con una granada a un guardia, apoderándose de su arma, con la cual se introdujo en el lugar, refirió el portavoz policial de la zona oeste de Afganistán, Abdul Rauf Ahmadi.

Un agente disparó contra el agresor, cargado con explosivos que estallaron, añadió.

Estos atentados no han sido reivindicados por el momento, aunque los atentados suicidas han sido una de las principales formas de ataque elegidas por los talibanes desde la invasión de 2001.

Los talibanes reivindicaron el domingo una explosión que costó la vida a cuatro soldados estadouidenses en la provincia de Nangarhar (este), pocas horas antes de que dos militares británicos murieran en otro atentado con bomba en Helmand.