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El Cairo, (EFE).- Al menos 13 personas fallecieron hoy por disparos de las fuerzas de seguridad en varias ciudades de Siria, la mayoría en Homs, en una nueva jornada de masivas protestas contra el régimen de Damasco y de apoyo al pueblo libio. El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de la muerte de diez personas en la ciudad central de Homs, uno de los principales enclaves de la oposición al régimen de Bachar al Asad; de dos en Hama (centro), y de una en Deraa (sur).
La mayoría de las víctimas mortales se produjeron al reprimir las fuerzas de seguridad las multitudinarias manifestaciones convocadas en todo el país, que a los habituales lemas para pedir la caída de Al Asad sumaron hoy felicitaciones al pueblo libio por la muerte ayer de Muamar al Gadafi. En un comunicado, el Observatorio indicó que ocho de los fallecidos en Homs perdieron la vida tras las protestas que tuvieron lugar en casi todos los barrios de la ciudad tras el rezo musulmán del mediodía.
Las otras dos víctimas mortales perecieron a causa de los disparos de las fuerzas de seguridad, en unos actos represivos que dejaron decenas de heridos en la ciudad. Mientras, en Hama murieron dos jóvenes por impacto de bala y en la localidad de Yasem en Deraa falleció un tercero al intentar dispersar las fuerzas del orden a los asistentes al funeral de una de las víctimas de la víspera. Las manifestaciones comenzaron tras el rezo del mediodía y se extendieron hoy por todo el país, desde la provincia meridional de Deraa a la septentrional de Idleb, pasando por Damasco y sus alrededores.
En Idleb, se convocaron algunas de las más grandes protestas, en las que los manifestantes corearon consignas en apoyo a Libia. Con la muerte de exlíder libio, ya son tres los dictadores árabes que han caído tras el derrocamiento del egipcio Hosni Mubarak y del tunecino Ben Alí. Siria es escenario de revueltas populares contra el régimen de Al Asad desde marzo pasado, que se han cobrado la vida de unas 3.000 personas, entre ellas unos 187 menores, según las últimas cifras de la ONU. EFE
