Una mujer es consolada por un familiar fuera de un club donde la Cruz Roja recibe donaciones para los damnificados por las inundaciones en La Plata, en la provincia argentina de Buenos Aires, el jueves 4 de abril de 2013. (AP foto/Natacha Pisarenko)

LA PLATA, Argentina, (AFP).- Al menos 57 personas murieron en total en Argentina por un temporal sin precedentes entre el martes y la madrugada del miércoles, cuyo epicentro fue la ciudad de La Plata (63 km al sur) donde se registraron 49 fallecidos y hay unos 20 desaparecidos.

«Las personas que perdieron la vida en La Plata son 49, de las cuales 34 han sido identificadas y de ellas 22 cuerpos fueron entregados a sus familiares», dijo este jueves en rueda de prensa Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito argentino y cuya capital es La Plata.

En tanto, unas 20 personas eran buscadas intensamente este jueves en esa ciudad de 900.000 habitantes que lentamente retornaba a la normalidad en medio de la angustia de los vecinos por las cuantiosas pérdidas materiales que dejaron las lluvias, las más intensas del último siglo.

Los habitantes de los barrios más afectados comenzaban a regresar de a poco a sus hogares, donde todo quedó destruido por el barro y el agua que en algunas zonas llegó a casi dos metros de altura, luego de registrarse precipitaciones de hasta unos 300 milímetros en algunas zonas, el doble del promedio de todo el mes de abril.

«Estamos haciendo el relevamiento final porque hay unas 20 personas que aún no fueron localizadas», dijo a su vez este jueves en otra rueda de prensa el viceministro argentino de Seguridad, Sergio Berni, pero aseguró que «no se han recibido pedidos de auxilio para rescatar gente», en las últimas horas.

Scioli detalló que las personas evacuadas tras las inundaciones en la zona de La Plata son «1.000 y bajando», luego de que alrededor de 2.500 vecinos abandonaran sus casas inundadas y se alojaran en 33 centros distribuidos en la ciudad.

 En esos lugares de ayuda se formaron este jueves largas filas de damnificados que esperaban recibir colchones, pañales para los niños, agua embotellada y otros elementos de primera necesidad, constató una periodista de la AFP. «Escuché gritos desgarradores, vi flotar cuerpos. No vino nadie ni un bombero, ni un policía, ni un militar», dijo a la televisión un vecino de La Plata indignado por lo que consideró falta de ayuda oficial ante el desastre.

Ante los temores de saqueos que había alertado el miércoles la presidenta Cristina Kirchner en su recorrido por la zona afectada, los habitantes de La Plata pasaron una «noche tranquila» custodiados por «unos 700» miembros de las fuerzas de seguridad, dijo Scioli este jueves. En La Plata y su periferia, alrededor de 25.000 viviendas seguían sin luz, dijo el jefe de Gabinete del municipio, Santiago Martorelli.

El gobierno federal advirtió que aplicará «fuertes multas» a Telefónica Argentina, filial de Telefónica de España, por no haber previsto las medidas para garantizar el servicio de telefonía móvil y fija en La Plata y alrededores, donde la comunicación por esa vía es prácticamente imposible, dijo el ministro de Planificación, Julio de Vido.

En la capital argentina, donde se registraron seis muertos, la situación retornaba este jueves a la normalidad en medio de un «panorama desolador», según el secretario porteño de Ambiente, Diego Santilli. Otros dos muertos se registraron en la superpoblada periferia de Buenos Aires.

«Hasta anoche eran 52.000 los usuarios de seis barrios (de la capital) sin luz. Estamos tratando de colaborar con las empresas de energía para que vuelva lo antes posible», dijo Santilli en una entrevista con radio FM Milenium.

El ministro del gobierno porteño describió también que «es desolador el panorama, con vecinos que perdieron bienes materiales, sus cosas, su historia», y explicó que ahora «seguimos en la línea de intentar reponer lo que queda; el agua viene con todo, suciedad, piedras».

En tanto, los expertos consideran que el entubamiento subterráneo de arroyos de llanura y la fiebre de la construcción indiscriminada de edificios, sumados al cambio climático, son las principales causas de las trágicas inundaciones.

«Las inundaciones en Buenos Aires y La Plata tienen orígenes semejantes porque son ciudades que no tuvieron en cuenta a ninguno de los arroyos que existían en el terreno donde se levantaron», explicó a la AFP el arquitecto Roberto Livingston. A su vez, el ambientalista Osvaldo Guerrica Echevarría apuntó a la construcción de torres en barrios de casas bajas de Buenos Aires como una de las razones del fenómeno.

 «La única solución es terminar de construir y, sin embargo, no paran. Todo lo que se hace es acentuar el problema», señaló el integrante de la Asociación Amigos del Lago del barrio de Palermo en la página web de la entidad.