Berlín, (EFE).- Al menos 80 personas murieron en la matanza perpetrada ayer en un campamento juvenil de la isla de Utøya, junto a Oslo, informaron fuentes policiales, según la agencia de noticias noruega NTB.

El ataque en la isla, que la policía describió como de dimensiones «catastróficas», ocurrió dos horas después del atentado con coche bomba en el complejo gubernamental de Oslo, en que murieron al menos siete personas más.

Un noruego de 32 años fue detenido tras la matanza de la isla, presuntamente responsable de ambos ataques. La matanza en el campamento de las juventudes socialdemócratas se produjo tras entrar en él un hombre con uniforme de policía que abrió fuego a discreción.

El diario noruego «VG» afirma que el presunto agresor estaba vinculado a los ambientes de la ultraderecha y que había colgado mensajes en internet declarándose nacionalista y enemigo de la sociedad pluricultural.

En una anterior conferencia de prensa, las fuentes policiales habían informado de que se partía de la base de que los atentados no eran atribuibles al terrorismo internacional, sino a una variante local afín a los movimientos antisistema.

El primero de los ataques, en la capital, fue perpetrado a las 13.20 GMT al estallar una potente bomba en el complejo del Gobierno, situado en el centro de Oslo, donde murieron siete personas y quince resultaron heridas. Dos horas después ocurrió la matanza del campamento de las juventudes socialdemócratas (UAF) en la isla de Utøya, a unos 20 kilómetros de la capital.

En ese momento se encontraban en esas colonias unas 560 personas y estaba previsto que hoy sábado las visitara el primer ministro noruego, el socialdemócrata Jens Stoltenberg.

Medios noruegos informan de que, tras irrumpir el agresor y abrir fuego se desató el pánico y algunos de los jóvenes concentrados trataron de huir a nado.

Por el momento se ignora si el detenido actuó solo o si hay otros implicados. Según «VG», cuya redacción se encuentra en uno de los edificios de Oslo afectados, la policía registró ayer mismo el domicilio del sospechosos y encontró en su ordenador los mensajes colgados en internet. EFE