Accra, (EFE).- Al menos doce mineros han resultado muertos en Ghana, enterrados vivos al derrumbarse una explotación de oro informal a cielo abierto en la Región de Ashanti, tres semanas después de que, según la Policía, más de un centenar de personas resultaran muertas en un accidente similar.

Según informó hoy el periódico estatal «Graphic», el accidente se produjo el jueves pasado en la región de Ashanti y los testigos citados por el rotativo señalaron que se han recuperado los cuerpos de nueve de los al menos doce mineros que estaban el yacimiento en el momento del derrumbe.

Otros cuatro mineros sufrieron lesiones graves, pero fueron rescatados con vida tras el derrumbe, en el yacimiento que se denomina «Banco Mundial» por su riqueza en mineral de oro. 

La Policía dijo al diario que aún está por determinar el número exacto de víctimas y que los trabajos de rescate prosiguen en el lugar, donde la gran zanja del yacimiento se hundió al verse alcanzada por las aguas de un río aledaño que se desbordó.

El pasado 27 de junio, en la Región Central de Ghana, al sur de  Ashanti, se produjo un accidente similar y fueron rescatados una veintena de cuerpo del yacimiento hundido, aunque la Policía, según datos de testigos del accidente, apuntó que los mineros enterrados vivos en aquel lugar podían ser hasta 110.

El propietario de la mina derrumbada el mes pasado, que afirmó que sólo había 11 mineros en el momento del accidente, fue posteriormente detenido.

La minería informal es un importante negocio en Ghana y ha generado un grupo de propietarios que han amasado fortunas, que invaden a menudo con sus equipos las concesiones de otras compañías y, en ocasiones, se han enfrentado con los servicios de seguridad de éstas.

En 1989, el Gobierno intentó legalizar este tipo de empresas y creó un «permiso de minería» para ellas, además de la Compañía de Minerales Preciosos, para comprarles su producción.           

La ley también recalca que sólo pueden trabajar en minería a cielo abierto, ya que no tienen los equipos y conocimientos para hacerlo bajo tierra, y también les restringe el uso de explosivos, pues no disponen de expertos en esa materia. EFE