AL no puede fallar en Haití

AL no puede fallar en Haití

BRASILIA (AP).- América Latina no puede fracasar en Haití porque representa su primera acción conjunta en favor de un país de la región, afirmó el miércoles el canciller chileno, Ignacio Walker, asegurando que tanto Chile como Brasil hacen gestiones para que el gobierno interino de Puerto Príncipe abra un diálogo con las distintas fuerzas políticas haitianas.

«Sin acuerdo político no hay solución posible»» en Haití, dijo Walker en un encuentro con corresponsales extranjeros. «Hay que juntar en algún momento, de alguna manera, y el gobierno haitiano tendrá que ver, a los ciudadanos pro Aristide o anti Aristide»», agregó Walker en la sede diplomática chilena.

   Walker, quien culmina el miércoles una visita de dos días a Brasilia, explicó que tanto el embajador chileno Juan Gabriel Valdés, representante del secretario general de la ONU en Haití, como el gobierno de Brasil –que ha enviado en los últimos días a por lo menos dos altos delegados al país caribeño– intentan gestiones políticas para que el gobierno interino abra un diálogo.

   Hay que «abogar para que el gobierno de Haití siente a la mesa a las distintas fuerzas políticas y procure algún tipo de acuerdo político interno, sin el cual es muy difícil de ver o prever una solución política de mediano y largo plazo»» en el empobrecido país caribeño, aseguró el canciller.

   Los llamados latinoamericanos al diálogo se producen cuando el líder rebelde haitiano, Winter Etienne, advirtió esta semana al gobierno interino que reconstruya la devastada ciudad de Gonaives o que renuncie, y lo amenazó con alzarse en armas e iniciar una nueva revuelta.

   La última amenaza de los rebeldes –cuya revuelta en febrero propició la caída del gobierno del entonces presidente Jean-Bertrand Aristide– fue la de avanzar sobre Puerto Príncipe para poner fin a una ola de violencia que en el último mes ha cobrado la vida de 61 personas.

   Walker no detalló esas gestiones chileno y brasileñas ante las autoridades de Puerto Príncipe, ni para cuándo podría anticiparse el inicio de las conversaciones, pero aseguró que a la par del trabajo político, los países latinoamericanos involucrados en Haití buscar mostrar «resultados pronto»» en las condiciones de vida de la población.

   Haití «es la primera acción de América Latina y el Caribe de ayuda solidaria a un país de nuestra región y por lo tanto no puede fracasar. Al contrario, queremos que siente un precedente»», dijo Walker.

   Queremos, agregó, que «en el futuro, frente a situaciones como esta, que desgraciadamente ocurren, podamos tener un esquema, un método de trabajo que nos permita coordinar esfuerzos financieros, políticos»» para ayudar a un país.

   Dijo que en los próximos días llegarán a Haití 165 ingenieros militares –87 de ellos chilenos y el resto de Ecuador– en un intento de apurar obras de reparación y construcción de caminos, puentes, así como sistemas de distribución de agua potable.

   «Hay mucha inquietud, mucha ansiedad, mucha desesperación en el pueblo haitiano porque ven que no hay un cambio desde que llegó la fuerza de Naciones Unidas»», dijo Walker.

   «Obviamente hay impaciencia y queremos mostrar resultados pronto»», añadió.

   Brasil, Chile, Argentina, entre otros países latinoamericanos, hacen parte de la fuerza multinacional de paz de la ONU en Haití. Bajo el comando de Brasil, unos 3.200 militares actúan actualmente en aquella nación por acuerdo adoptado unánimemente el 30 de abril por el Consejo de Seguridad.

   Sin embargo, el canciller chileno –sumándose a quejas de funcionarios de Brasil– reclamó la lentitud tanto en el desembolso de fondos como en el envío del resto de los integrantes de la fuerza y que según resolución de la ONU debe contar con más de 8.000 soldados y policías por un período de seis meses, que pueden extenderse.

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