Mañana cumple el gobierno peledeísta su primer año del tercer mandato constitucional. Ha sido un período doloroso, social y económicamente, frente al colapso de la producción, recesión mundial, merma de las remesas y una intranquilidad social de una ciudadanía rabiosa por la pobre calidad de vida, en donde sobresalen las protestas y huelgas inflamadas por los apagones y mala aplicación de los recursos públicos.

El transitar de los pasados 365 días, fue de una continua lucha entre las promesas incumplidas y exigencias populares para la solución de los problemas. Con ese telón de fondo, el gobierno se empeñó en hacerse aprobar su Constitución, aumentar su dependencia crediticia con Brasil y Venezuela y tratar de buscar nuevas inversiones, las cuales hasta ahora no aparecen.

La situación no se ha salido de madre por la excelente estabilidad económica, gracias al inteligente y ponderado manejo por parte de las autoridades del Banco Central. Se ha logrado mantener una tasa de cambio con pocas variaciones y adecuadas a las condiciones comerciales, un índice de inflación de un solo dígito, y lo admirable, experimentar un índice de crecimiento de casi el 2%, cuando la CEPAL estimó que no sería mayor del 1%. Esas acciones bancentralianas habla muy bien de las acertadas directrices establecidas por las autoridades del banco, que ha contado con el respaldo del Presidente de la República, lográndose que las protestas populares y exigencias mantengan un cauce lógico del disgusto.

Los estrategas del PLD no deben buscar culpables fuera de su entorno de acción, cuando el descontento es causado por las razones que emanan de su interior para caerle mal a la población. Es esa arrogancia y altanería tan consustancial con el peledeísmo, que todavía quedan los residuos de aquella vez de sus inicios cuando se consideraban los más honestos y el resto de la población era deshonesta.

Ahora, la corrupción de “percepción mediática”, los ha manchado de mala manera y cada vez se hace más evidente en sus acciones. Al defenderse más se perjudican y el disgusto crece en la población.

Pese a los escándalos recientes, los funcionarios mantienen su tren de gastos dispendiosos con un boato en ciertos restaurantes y resorts de lujo, que ni en una corte real europea se acostumbra. Esos disfrutes han impactado negativamente en la población, que parte de ella, pese a conocer los desastres que ha hecho el PRD en sus gobiernos, podría inclinarse a darle el voto en el 2010 y modificar dramáticamente la composición actual del Congreso y de los ayuntamientos.

Ha sido un año traumático para los peledeístas, pero gracias a un eficiente Banco Central y una eficaz dirección de impuestos internos, eliminando las evasiones a niveles aceptables y contando con un sólido sector turístico, donde existe un flujo de visitantes, con tan solo una disminución del 5% con relación al 2008 y una abundante producción agrícola que alimenta a turistas, haitianos y nativos, es por lo que no se ha perdido la estabilidad social, evitando caer en convulsiones peligrosas a la continuidad democrática, previsibles con tantos desaciertos e inconductas de un partido, que en 1996, sus jóvenes fueron la esperanza de una nueva clase política.