SANTIAGO (AFP).- Los países de América Latina, donde llegaron ayer, lunes, más evacuados de la guerra en Líbano, manifestaron un rechazo unánime a los bombardeos de Israel contra la población civil y exigieron un cese al fuego inmediato para permitir el despliegue de una fuerza de paz, a la que Chile examina la posibilidad de adherirse.

El gobierno de Santiago condenó enérgicamente este lunes los últimos ataques israelíes, que mataron a más de 50 civiles, en su mayoría niños, en el sur de Líbano y pidió a la ONU que actúe rápidamente.

“Como gobierno condenamos cualquier ataque que signifique la muerte de personas inocentes”, dijo la mandataria Michelle Bachelet. “Es indispensable que haya cese al fuego urgentemente y que Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad sea más activo”, añadió.

También México rechazó el ataque a la aldea de Cana, el más mortífero de los numerosos bombardeos contra la población civil que el Estado hebreo ha llevado a cabo en sus 19 días de ofensiva en suelo libanés.

“México condena en los términos más enérgicos el ataque aéreo israelí ocurrido el día de hoy al poblado de Cana, Líbano, provocando la muerte” a civiles, subrayó el domingo la cancillería mexicana en un comunicado.

Por su parte, Argentina expresó en un comunicado “sus sentidas condolencias al pueblo y gobierno del Líbano por la trágica muerte de estos civiles inocentes”.

El texto incluye un llamado a las partes en conflicto para que “respeten plenamente sus obligaciones de conformidad con el derecho internacional humanitario y tomen todos los recaudos para la protección de la población civil”.

Al mismo tiempo, trascendió que un enviado de la Comisión de Cascos Blancos, un organismo de asistencia internacional del gobierno argentino, viaja este lunes a Chipre para estudiar el envío de un contingente humanitario a la zona.