RIO DE JANEIRO (AFP) – América Latina recibió el Año Nuevo en la medianoche del domingo con los tradicionales y cada vez más grandes espectáculos de pirotecnia, que animaron un enorme festival en la costa de Chile y generaron euforia en Rio, aunque en un clima de temor por la violencia.

En la famosa ciudad brasileña, los fuegos pirotécnicos se unieron a las balas trazadoras, postal inequívoca de su capacidad de pasar de la violencia del crimen organizado a la fiesta en cuestión de horas.

Dos millones de personas recibieron el Año Nuevo en las principales playas cariocas bajo una llovizna, mientras en las favelas ubicadas en la zona norte de la ciudad no escaseaban las balas trazadoras.

Cerca de un millón de personas llegaron hasta las arenas de la playa Copacabana para la tradicional quema de fuegos artificiales que atrae a turistas de todo el mundo.

En Ipanema, la gente esperó la medianoche lanzando flores al mar y al ritmo de samba, y con el Año Nuevo se dio rienda suelta a una fiesta que llegó a reunir a un millón y medio de personas, según la policía.

Los cariocas viven desde el jueves bajo el miedo por una ola de ataques del crimen organizado que dejó una veintena de muertos, entre ellos, 7 personas calcinadas dentro de un ómnibus incendiado por presuntos narcotraficantes.

Sobre el Pacífico, Chile celebró con espectáculos pirotécnicos la llegada del nuevo año. El más destacado fue el festival de fuegos de artificio que se extendió por 21 kilómetros de costa y se realizó en paralelo en las ciudades de Valparaíso, Viña del Mar y Concón, en el centro del país.

Según reportes policiales, el espectáculo fue visto por más de 1,3 millones de personas. Frente al palacio presidencial de La Moneda, en el centro de Santiago, se reunieron más de 500.000 personas para presenciar otro show.

Las celebraciones de Año Nuevo dejaron en Chile un saldo de 14 muertos, según un balance de la policía. Las muertes se produjeron en su mayoría por colisiones, vuelcos y atropellos ocurridas por la ingesta excesiva de alcohol, agregó el informe.

La capital de México montó por primera vez un festival multitudinario, que instauró un nuevo récord Guinness al romperse una piñata gigante de 30 metros de diámetro. Pesaba casi media tonelada y estaba rellena de confetti, serpetinas y globos.

La gran fiesta programada por la alcaldía de Ciudad de México se prolongó hasta la madrugada del lunes con tres escenarios simultáneos (incluidos el del la Plaza de Independencia y el Zócalo o plaza mayor), en los que hubo actuaciones musicales y fuegos pirotécnicos.

Los venezolanos celebraron con fuegos artificiales y música, algunos en las calles y la mayoría en sus casas en cenas familiares.

Miles de caraqueños acudieron a la Plaza Francia, en el acomodado este de la capital, donde hubo un espectáculo de bandas musicales en vivo.

Cientos de agentes policiales y bomberos resguardaron la fiesta, en una ciudad que registra uno de los índices delictivos más altos de América Latina.

En Argentina, el director argentino-israelí Daniel Barenboim deleitó a unas 10.000 personas al anochecer del domingo al dirigir un concierto al aire libre en Buenos Aires junto a la orquesta filarmónica de la ciudad, que fue transmitido en directo en Europa como cierre mágico de 2006.

El espectáculo “Tangos Sinfónicos” fue dirigido por Barenboim en la céntrica Plaza de la República junto al emblemático Obelisco porteño, a donde llegaron miles de personas que aguardaban el Año Nuevo.

Los accidentes ruteros en Argentina siguieron a los festejos en todo el país. Seis personas murieron en las rutas y otras 10 resultaron heridas en una discoteca.

En uno de los hechos trágicos, tres hermanos de 19, 11 y 5 años fallecieron cuando la camioneta en que viajaban se despistó y chocó contra un poste en la ruta que une Buenos Aires y la ciudad de La Plata (60 kilómetros al sur), informó la policía.

Al menos noventa y cuatro personas fueron atendidas en la madrugada en hospitales de la capital con quemaduras y lesiones en los ojos, informaron fuentes médicas.

En Colombia, los festejos se realizaron con una “sensible” reducción de la violencia según informó el lunes el gobierno, que consideró el hecho como un buen augurio para 2007.

El ministro del Interior y Justicia, Carlos Holguín, dijo que de acuerdo con los reportes iniciales de las autoridades de todo el país las fiestas transcurrieron con “tranquilidad y normalidad y una disminución sustancial de homicidios”.

Sin suministrar cifras, el ministro afirmó que estas fiestas de fin de año y Año Nuevo estuvieron entre las más tranquilas de los últimos años.

En Paraguay, al menos 28 muertos y un centenar de heridos por diversas causas se registraron durante las vísperas y los festejos de Año Nuevo, según informó el lunes la oficina de Relaciones Publicas de la Policía Nacional.

Unas 18 personas, incluídas cuatro mujeres, murieron por diferentes causas en la celebración de fin de año en Guatemala, según los primeros reportes de los cuerpos del socorro divulgados este lunes.

Finalmente, las celebraciones dejaron un total de 27 muertos y 125 heridos en El Salvador, según consignó este lunes un balance del Sistema Nacional de Protección Civil.