En el marco de la dinámica que impulsa el titular del ramo, Danilo Díaz Vizcaíno, una de las principales metas es el rescate de los Juegos Deportivos Nacionales, cuya continuidad ha quedado rezagada desde la celebración de la XIII versión en Monte Plata 2006, es decir, que el magno evento deportivo doméstico de alto nivel, que está pautado oficialmente para celebrarse cíclicamente cada dos años, no ha vuelto a realizarse desde entonces, un lapso en el que debieron haberse montado unas cinco versiones del mismo.
Varias son las causas que han provocado esta falla en la evolución de nuestro deporte, lo cual luce contradictorio si se toma como parámetro que la vertiente competitiva organizada ha mostrado niveles de avance, cumpliendo con todos los compromisos internacionales del ciclo olímpico, siempre con el firme respaldo financiero de la administración pública.
En el año 2008, inesperadamente, cuando todo apuntaba que estaban dadas las condiciones para el montaje de los XIV Juegos con sede compartida entre Salcedo y Santiago, una serie de fenómenos naturales catastróficos provocó cuantiosas pérdidas económicas al Estado, postergando su concreción. Las actuales autoridades deportivas tienen previsto como parte de su Plan Estratégico Institucional, retomar la cristalización bajo la denominación de Juegos Deportivos Nacionales Hermanas Mirabal 2018, con varias subsedes en el mes de marzo.
Entre los inconvenientes para lograr la continuidad del evento se señala la excesiva carga de recursos financieros públicos, debido a la construcción de costosas instalaciones en las ciudades sede, donde además casi siempre hay que agregar gastos en arreglos de calles, acueductos y sistema eléctrico, entre otras obras de carácter social y comunitario.
La mayoría de las veces se ha procurado llevarlos a cabo en municipios cabeceras o ciudades carentes de infraestructuras, razón por la cual se elevan excesivamente los costos. Los principales recursos de los juegos provienen de partidas especializadas fuera de la asignación fija anual a la cartera dentro del Presupuesto General del Estado.
Para poder organizar los juegos con la mayor brillantez, la actual administración tiene programado comenzar los preparativos con anticipación desde el cursante mes de febrero del 2017, bajo una estricta evaluación de los componentes técnicos y gerenciales, con un criterio de racionalización de los gastos, contando con la colaboración de otras entidades públicas y el concurso del empresariado.
Un aspecto nodal para garantizar su puesta en ejecución, es que el mismo está consignado en el calendario de las Metas Presidenciales. También se tiene previsto una mayor participación de atletas criollos que residen en distintas latitudes del exterior, así como introducir innovaciones aprovechando las posibilidades que ofrecen las tecnologías de la información y la comunicación.
De las distintas ediciones, los Juegos Mao 97 contaron con la mejor organización y programación artístico-cultural; por primera vez se implementó un programa de comercialización, lo que contribuyó con abaratar el evento. Las firmas Cervecería Nacional Dominicana, Mabrano & Compañía, Sociedad Industrial Dominicana, CODETEL y Lotería Nacional integraron el quinteto de patrocinadores oficiales. La firma Planeta Sport fue la primera en conseguir el apartado referente a Marca Oficial, mediante un contrato que permitió que los atletas calzaran un zapato deportivo de calidad internacional: Reebok. Los Juegos de Monte Plata 2006, se caracterizaron por su gran impacto y nivel de concentración, aunque no contaron con un real plan de comercialización.
Una de las primeras acciones será la designación próximamente del Comité Organizador de los XIV Juegos, mediante Decreto Presidencial, organismo que trabajará con MIDEREC y el entramado olímpico-federativo, lo cual coadyuvará para optimizar la preparación de los actuales competidores y nuevos valores de alto rendimiento de la República Dominicana, llamados a mejorar nuestra imagen como marca país a nivel internacional. De igual modo también se aspira que los Juegos se conviertan en un verdadero acontecimiento de tradición y raigambre popular.