Al Sadr llama suspender lucha

Al Sadr llama suspender lucha

BAGDAD (EFE).- El clérigo chií Muqtada Al Sadr ha pedido ayer a sus combatientes del Ejercito del Mahdi que suspendan la lucha contra las fuerzas de Estados Unidos y del Gobierno iraquí, al tiempo que la Asociación de Clérigos expresó su repulsa por los secuestros en Irak.

   Al Sadr efectuó el llamamiento cuando sus representantes negocian con los del Gobierno iraquí y oficiales de la Fuerza Multinacional, acuerdos para acabar con la violencia en Bagdad y en ciudades del sur de Irak, incluidas Basora y Nasiriya.

   Al Sadr «ha llamado a interrumpir las operaciones militares en Irak, y estamos estudiando la de idea de incorporarnos al proceso político», declaró Naim Al Kaabi, ayudante del clérigo.

   El principal objetivo del Gobierno interino y de las fuerzas de Estados Unidos, es el desarme del Ejército del Mahdi, cuestión que no fue resulta cuando el pasado jueves Al Sader aceptó el plan de paz para la ciudad de Nayaf, tras tres semanas de combates.

   Después de que Al Sadr aceptara el acuerdo propuesto por el gran ayatolá Ali Sistaní, los milicianos abandonaron Nayaf y la vecina localidad de Kufa acatando de esa forma la orden de su jefe, aunque la mayoría se fueron llevándose consigo las armas.

   «En las negociaciones no vamos a hablar de desarme o de una disolución del Ejercito del Mahdi», dijo el jeque Yousef Al Nasir, jefe de las delegación que representa a al Sadr en las reuniones que se celebran en Bagdad con el propósito de acabar con los choques armados en el arrabal bagdadí conocido como Ciudad Al Sadr.

   Al Sadr y sus consejeros mantienen que el Ejército del Mahdi no es un grupo armado y afirman que es un movimiento espiritual integrado por seguidores, que como la gran mayoría de los iraquíes, poseen armas para defenderse y luchar contra la ocupación.

   «Debido a la situación en Nayaf y en otras provincias, llamamos a los miembros del Ejército del Mahdi a disparar sólo en defensa propia y a tener paciencia hasta que los seguidores de Al Sadr revelen el programa político que planean», señaló el jeque Ali Smeisin, en declaraciones recogidas radio chií Al Salaam.

   El Gobierno interino ha ofrecido en reiteradas a Al Sadr que se incorpore al proceso político, que decidió boicotear por considerar que éste persigue los intereses de Estados Unidos.

   «Hemos informado al Gobierno interino que el movimiento de Al Sadr anunciará un gran programa político», añadió Smeisin, miembro del entorno del clérigo en la ciudad santa de Nayaf.

   Los chiíes representan cerca del 60 por ciento de el total de población iraquí, que asciende a unos 25 millones.

   En relación a las negociaciones dirigidas para terminar con los enfrentamientos en el arrabal capitalino de Ciudad Al Sadr, Nail Al Bakhati, miembro de la delegación de Al Sadr, dijo que las dos principales condiciones para alcanzar un acuerdo son la retirada de las fuerzas de EEUU y el pago de indemnizaciones a los residentes afectados por los enfrentamientos.

   Ciudad Al Sadr, barrio situado al noreste de la capital y poblado por cerca de 2,5 millones de personas, debe su nombre al padre del clérigo radical chií, un destacado ayatolá asesinado por secuaces de Sadam Husein.

   Por otro lado, la Asociación de Clérigos de Irak condenó los secuestros como estrategia para luchar contra la ocupación y pidió, mediante un llamamiento, la liberación de los dos periodistas franceses secuestrados la pasada semana en algún punto de la carretera que conecta Bagdad con la ciudad de Nayaf.

   El jeque Sattar Abdel Jabar dijo que los periodistas no pueden ser considerados combatientes y que, por ello, su asociación se opone a esa practica.

   La asociación, a la que pertenecen clérigos chiíes y suníes, está entre los grupos iraquíes que boicotean el proceso político.    El autodenominado Ejército Islámico en Irak se atribuyó el secuestro de los periodistas Georges Malbrunot, del diario Le Figaro, y Christian Chesnot, de Radio Francia Internacional.

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