AL y el Caribe pide más apoyo al BID para enfrentar desastres naturales y crisis

AL y el Caribe pide más apoyo al BID para enfrentar desastres naturales y crisis

MONTEVIDEO.-  Representantes de países latinoamericanos y caribeños plantearon la necesidad de dotar al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de instrumentos financieros flexibles para apoyarlos en caso de desastres naturales y eventuales crisis económicas.

Los llamados fueron formulados durante la reunión anual de la Asamblea de Gobernadores del BID, celebrada el lunes en la capital uruguaya. Compuesta por representantes de los 48 países miembros, la Asamblea es la máxima autoridad política de la institución. Sus integrantes son ministros de finanzas, presidentes de bancos centrales y otras autoridades de gobierno.

El ministro de Economía y Finanzas del Uruguay, Fernando Lorenzo, electo presidente de la Asamblea de Gobernadores, destacó que el reciente aumento de capital ha puesto al BID en una mejor posición para apoyar a sus 26 países prestatarios de América Latina y el Caribe.

Sin embargo, agregó, los gobiernos de la región también necesitan instrumentos de cobertura como líneas de crédito contingente para anticiparse a emergencias como las causadas por desastres naturales o contagios de crisis financieras internacionales.

“Hoy los países de la región necesitan un BID más fuerte, más activo y más creativo en el desarrollo de nuevos instrumentos,” dijo Lorenzo, quien enfatizó que América Latina y el Caribe aún tiene grandes desafíos pendientes como la reducción de la desigualdad, que constituye una vulnerabilidad para sus países.

“La insuficiencia de financiamiento, en el pasado, fue la causa principal de las disfunciones en las políticas nacionales y (…) en las instancias en las que fue necesario realizar ajustes dolorosos, penosos, pero por sobre todo con repercusiones sociales extremadamente negativas para la región”, agregó. “Por tanto, el BID y las otras instituciones regionales hacen bien en ofrecernos más y mejores instrumentos para enfrentar estas contingencias”.

El presidente del BID, Luis Alberto Moreno, agradeció a la Asamblea de Gobernadorespor el voto de confianza que representó el reciente aumento general de recursos, el mayor en la historia de la institución, que elevó el capital autorizado a US$171.000 millones.

“Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer su reconocimiento al trabajo realizado por el Banco para cumplir con todos los mandatos del Noveno Aumento de Capital”, dijo Moreno, quien destacó los importantes avances en áreas como laefectividad en el desarrollo, la transparencia y la rendición de cuentas, el manejo de riesgo y la gestión financiera.

“Sin embargo, la construcción de una institución más sólida y efectiva es un proceso constante de fortalecimiento y de aprendizaje. El Banco seguirá trabajando para asegurar que los objetivos de esta agenda se alcancen”, dijo Moreno.

Acerca de las perspectivas de América Latina y el Caribe, Moreno destacó el buen desempeño de sus economías, que se ha mantenido a pesar del contexto global incierto. La región hoy es reconocida por su dinamismo y las oportunidades que ofrece. En la última década, más de 50 millones de personas salieron de la pobreza y se expandió sustancialmente la clase media.

Sin embargo, esos logros podrían verse amenazados por crisis originadas en otras partes del mundo. En vísperas de la reunión anual, el BID presentó un informe sobre el potencial impacto en América Latina y el Caribe de riesgos como una profundización de la crisis de la deuda europea o una fuerte desaceleración de la economía china. A su vez, Estados Unidos está camino a una recuperación, pero aún carga con altos niveles de desocupación, déficit fiscal y deuda pública.

El informe “Un mundo de senderos que se bifurcan” indicó que, aunque una mayoría de los países latinoamericanos y caribeños mantienen un buen grado de resistencia a una desaceleración económica global, en la actualidad tienen menos margen de maniobra para aplicar medidas de estímulo fiscal para amortiguar el impacto de una crisis.

Para responder a los requerimientos de sus países prestatarios, dijo Moreno, el BID explorará la creación de nuevos instrumentos financieros flexibles y de carácter temporario que podrían ayudar a los gobiernos en circunstancias que demanden aplicar políticas anti-cíclicas. Tales mecanismos podrían resultar especialmente provechosos para las economías más pequeñas y vulnerables de la región.

La reunión anual en Montevideo también brindó un marco para analizar la participación de los países latinoamericanos y caribeños en otros grandes foros internacionales que se llevarán a cabo en la región, como la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Río+20, a realizarse en junio en Río de Janeiro, y en el G20, que celebrará una cumbre de líderes ese mismo mes en Los Cabos, Baja California, bajo la presidencia de México.

Haití, iniciativas y acuerdos

Ratificando el compromiso del BID con la reconstrucción de Haití, la Asamblea de Gobernadores aprobó una transferencia de US$200 millones a un fondo que provee donaciones a la nación caribeña. Desde el terremoto del 2010, el BID ha aprobado más de US$442 millones para proyectos de infraestructura, energía, agricultura, agua y saneamiento, educación y desarrollo del sector privado en Haití.

El BID también presentó una iniciativa sobre seguridad ciudadana, una de las principales preocupaciones de los ciudadanos de la región, que tiene la tasa de homicidios más alta del mundo. Con el fin de ayudar a sus países prestatarios, el Banco creará un fondo de asistencia técnica para apoyar a los gobiernos para compartir experiencias exitosas en materia de prevención y fortalecimiento de la seguridad.

En materia de rendición de cuentas y enfoque en resultados, la vicepresidente ejecutiva del BID, Julie T. Katzman, presentó Mapamericas. Esta innovadora plataforma de mapeo digital brindará al público información sobre los proyectos financiados por el Banco en América Latina y el Caribe. La plataforma también será una herramienta para facilitar la colaboración entre el BID y las agencias ejecutoras en los países prestatarios.

Como parte de su trabajo con la sociedad civil, el BID sostuvo una reunión con 250 representantes de más de 100 organizaciones no gubernamentales para analizar cómo pueden colaborar más efectivamente con el Banco y con los gobiernos de América Latina y el Caribe en el impulso al desarrollo sostenible de la región. Este trabajo se profundizará en los Consejos de la Sociedad Civil que ha formado el BID en cada uno de los 26 países prestatarios.

Una prioridad en la agenda del BID es el desarrollo del sector privado. Durante la reunión anual se organizaron seminarios sobre el impulso a la pequeña y mediana empresa, las alianzas público-privadas en proyectos de infraestructura y servicios básicos y el desarrollo de infraestructura y servicios logísticos para aumentar la competitividad de las economías de la región.

La cooperación con Asia, una región con crecientes lazos con América Latina y el Caribe, es otra área de trabajo para el BID. Durante la reunión anual se presentaron detalles de una plataforma de inversión por US$1.000 millones para América Latina y el Caribe con el China Eximbank; un acuerdo con la Agencia Japonesa de Desarrollo Internacional para financiar hasta US$600 millones en proyectos de energía renovable en América Central y el Caribe; un fondo fiduciario de US$40 millones para modernización del sector público en toda la región con la República de Corea y unestudio con el Banco Asiático de Desarrollo para profundizar los lazos económicos, comerciales y de cooperación técnica entre las regiones más dinámicas del mundo.

Como es tradicional en sus reuniones anuales, el BID celebró actividades enfocadas en la juventud donde se discutieron oportunidades para impulsar el desarrollo juvenil a través del deporte, la cultura y la tecnología; los programas de capacitación laboral juvenil más efectivos y los problemas de la educación secundaria para preparar a los jóvenes para la transición al mundo del trabajo, como se analiza en el estudio “Desconectados: Habilidades, Educación y Empleo en América Latina”.

Por otra parte, el BID y el Banco Central del Uruguay realizaron un reconocimiento aEnrique V. Iglesias, el primer presidente del BCU y el tercer presidente del BID, entre 1988 y el 2005.

La próxima reunión anual de la Asamblea de Gobernadores del BID se celebrará en marzo de 2013 en Ciudad de Panamá, por invitación del gobierno panameño.

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