Ala republicana moderada en vías de extinción

Ala republicana moderada en vías de extinción

REPORTA HOLL Y YEAGER
En Avon, Connecticut

Al igual que muchas personas en el noroeste de Connecticut, Irene Loretto dice “Nancy”, cuando habla de Nancy Johnson, la primera republicana electa para el Congreso en 1982.

“Voté por ella todos estos años”, dice la pensionada, y no estaba sola. La señora Johnston ganó su última elección con un margen de 60% contra 38%; en 2002, ganó por 11 puntos.

Pero Loretto, molesta porque dos de las tres medicinas que toma no estén cubiertas por su seguro bajo el programa de prescripción de medicamentos que Johnston ayudó a crear, no votará por ella en las elecciones del 7 de noviembre. Y, de nuevo, no parece estar sola.

Johnson está enredada en una contienda inesperadamente difícil con Chris Murphy, un senador demócrata del estado. Lo más preocupante para los republicanos, es que ella es una de los tres republicanos moderados del estado que están luchando por retener sus puestos en la Cámara de Representantes.

El presidente George W. Bush estuvo en Greenwich, un enclave rico, al norte de la ciudad de Nueva York, el lunes, para una campaña de recaudación privada que logró más de US$500,000.00 para los candidatos republicanos del estado, incluyendo Johnston y dos colegas, Chris Shays y Rob Simmons.

El resultado de sus carreras -entre las más competitivas de este año- ayudará a determinar si los republicanos son capaces de mantener la mayoría en la cámara. Esto y un puñado de otras votaciones en el nordeste de EEUU, pudieran también marcar el fin del ala moderada del Partido Republicano, un cambio ideológico similar al descenso del Partido Demócrata en el Sur.

Los demócratas del área dicen que sus carreras están tan cerradas porque los electores finalmente han llegado a ver que mientras estos “Republicanos Rockefellers” -conservadores en temas fiscales pero menos interesados en problemas sociales- pueden hablar como los moderados en casa, cuando llegan a Washington votan con la mayoría republicana.

“Hay momentos en que las personas comprenden que ellos no son lo que dicen que son”, dice Murphy. “Los problemas son tan grandes este año que no los pueden disfrazar”.

En un diálogo de campaña en la comunidad donde vive la señorita Loretto, Murphy machacó el respaldo de Johnston a los recortes de impuestos para los ricos, y un presupuesto republicano que reduce el gasto en la salud de los niños y los préstamos a estudiantes.

En el distrito del sur, que Shays ha representado durante 19 años, el tema central es Irak. A pesar del consejo de los líderes del partido, que temen que profundizar la desaprobación pública de la guerra pudiera afectar a los republicanos en las elecciones, Shays ha sido un partidario abierto de la política del presidente Bush en ese país.

Pareció cambiar su posición sobre la guerra en agosto, después de su decimocuarta visita a Irak, cuando dijo que era hora de advertir al gobierno de Irak que las fuerzas de EEUU se verían obligadas a retirarse si no avanzaban en la unificación del país.

Diane Farrell, su rival demócrata, dijo que Shays cambió después que Ned Lamont, un opositor de la guerra, derrotara a Joseph Lieberman, el senador de tres periodos, en una primaria demócrata que se consideró extensamente como un referéndum sobre la guerra. Desde entonces, Shays ha tratado de aclarar su posición, insistiendo en que él continúa creyendo que la guerra es una “misión noble”.

Hablando ante estudiantes y miembros de la facultad en la Universidad del Sagrado Corazón, en Fairfiled, la semana pasada, la señora Farrell reconoció que había votado por Shays anteriormente. Se opuso a él hace dos años y esta vez no ha perdido tiempo en ir tras su historial, ofreciendo una crítica de la guerra, la ausencia de una estrategia de salida y el “cheque en blanco” que ella dice que el Congreso le dio al presidente Bush para desatar la guerra.

Pero, al igual que Murphy, ella también resaltó el papel más amplio que la señorita Shays ha desempeñado en el respaldo a Bush y el liderazgo republicano en el Congreso. “Chris ha estado enteramente demasiado a favor de la agenda del presidente”.

Gary Rose, un profesor de Política de la universidad que asistió a la conferencia de la señora Farrell, dijo que ella y otros demócratas enfrentan una batalla cuesta arriba para convencer a la gente de Connecticut de que los republicanos de mentalidad independiente que ellos apoyaron antes son ahora aliados fuertes de los líderes del partido en Washington.

Johnston, por ejemplo, rompió con su partido y votó para expandir el financiamiento federal a las investigaciones con las células madres, mientras que Shays ha respaldado la legislación bipartita sobre la reforma del financiamiento de campaña y el medio ambiente. “Los electores de Connecticut todavía ven que muchos de estos republicanos no están en línea con la mayoría republicana sobre una serie de problemas”.

Pero los demócratas siguen tratando de defender su posición. “Si usted envía de vuelta a Chris Shays a Washington, puso su voto por el mismo liderazgo que nos ha traído al punto  donde estamos hoy “, dice la señora Farrell. “Si usted me manda a mí a Washington, tendremos la oportunidad de un nuevo liderazgo, y por primera vez en seis años, habrá controles y contrapesos entre la Casa Blanca y por lo menos una de las cámaras del Congreso”.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION

Publicaciones Relacionadas

Más leídas