LIMA (AP) — Alan García llega a su primer año de mandato hoy, sábado, con su popularidad en baja frente a una oposición desorganizada pero en aumento, y con promesas de campaña aún por cumplir.

 García, de 58 años, asumió el 28 de julio del 2006 con la promesa de no cometer los mismos errores que admitió haber realizado en su primera gestión, entre 1985 y 1990, y que condujeron al país a un caos económico.  Sustentado por la bonanza de los precios de los minerales en el mundo, el estado ha mantenido una economía estable, con un crecimiento económico en 2006 del 8%, una inflación de menos del 1%, y continuado con el impulso a la inversión extranjera. 

 Además, ha adelantado pagos de su deuda externa, se ha mostrado cauto en el gasto, y con el ambiente político estable.  Sin embargo, las promisorias cifras positivas macro, que hablan de una saludable economía, no se han extendido al interior del país, en donde hay zonas en las cuales más del 88% de sus habitantes vive en extrema pobreza.  A inicios de julio, el gobierno enfrentó su mayor crisis, con una oleada de protestas de maestros estatales, sindicalistas, campesinos, y regiones que demandaron una urgente atención al sector social, y reformas a organismos estatales.