POR ALTAGRACIA ORTIZ GÓMEZ
PEDRO BRAND.- Las autoridades del hospital Psiquiátrico Padre Billini están alarmadas por el incremento de la población joven que usa éxtasis y otras sustancias sicoactivas.

El doctor Pedro Fernández Tejada, director de ese hospital, llamó la atención de las autoridades que trabajan la parte preventiva de las drogas, para que eviten que una mayor cantidad de jóvenes sean atrapados por ese vicio.

«Del 30 al 35 por ciento de los pacientes que ingresan aquí está afectado por problemas de sustancias sicoactivas, cocaína, alcohol, marihuana, crack y éxtasis», sostuvo el especialista de la conducta humana.

El incremento implica que diariamente el hospital recibe 3.5 pacientes en crisis por uso de drogas y lo más grave, insiste el galeno, es que esos pacientes tienen entre 15 y 32 años de edad.

«Estos es muy preocupante, a esta situación es importante darle una respuesta», manifestó el experto, quien insistió en que la mayoría de los afectados en crisis de drogas vienen de familias rotas.

Aseguró que la crisis de los jóvenes que llegan al hospital, se debe al abuso de drogas y a que no tienen el apoyo de sus familias.

Entre las víctimas jóvenes que llegan al hospital, algunos tienen hijos, siendo adolescentes, mientras otros no saben de sus padres.

«Mira, es que la base fundamental es la familia y si esa entidad no funciona, todo anda mal», aseguró el doctor Fernández.

CÓMO LLEGAN

La mayoría de los pacientes que llegan al hospital afectados por sustancias sicoactivas llegan agitados, hablando alto, con incoherencia. Muchos presentan temblor, están acelerados, tienen trastornos como alucinaciones auditivas y visuales; bastan esos datos para darse cuenta de que el paciente ha consumido drogas.

Aunque no hay estadísticas que registren los barrios de donde vienen las personas con crisis por consumo de drogas, las autoridades saben que proceden de los barrios más pobres. También traen jóvenes en crisis desde Bonao, Moca, La Vega, Nagua, San Francisco de Macorís, Cotuí y otras localidades de las provincias.

Cuando un paciente llega en crisis aguda, además de las convulsiones no come ni duerme, ha roto con la realidad y ya no tiene mecanismo para enfrentar la crisis, se lleva a la Unidad de Intervención en Crisis. Allí pueden estar hasta diez días.

En ese tiempo el paciente podría romper con la crisis, pero si no lo hace, es llevado a una unidad de mediana estadía, de hombre o de mujer, según el sexo, explicó Fernández Tejada.

Esta última etapa puede durar de 10 a 30 días o más.

Cuando termina ese tiempo, entra la labor de los psicólogos, quienes tratan de reorientar la vida de esos jóvenes.

«Nosotros tratamos el problema agudo por el abuso de la sustancia, pero en la labor de prevención deben entrar otros componentes preventivos», sostuvo el psiquiatra.

A este hospital ingresan diariamente de 10 a 15 personas, pero la capacidad del centro es de 200 camas. Ayer había 172 pacientes ingresados y de esos, 58 personas viven en el hospital.

Indicó que muchos pacientes de esos crónicos tienen entre 10 y 30 años de vida hospitalaria, la mayoría de ellos han sido abandonados por sus propios familiares.

Estos pacientes, cada uno tiene un gasto superior a los RD$400,000 al mes, por lo que el hospital hace esfuerzos por que no se acumulen pacientes. En ese sentido se trata de involucrar a las familias a fin de que no abandonen sus familiares.

La gente tienen cuatro temores en su vida, temor a la soledad, a la pobreza extrema, a la locura y a la muerte, sostuvo Fernández, para explicar por qué mucha gente deja abandonados a sus familiares.