El director de la Unidad de Quemados del hospital Robert Reid Cabral clamó ayer a las autoridades y a los padres de familias para que cuiden a sus hijos y detengan la epidemia de niños con quemaduras graves, los que mueren o terminan con manos y pies amputados debido a la gravedad de las lesiones.
El doctor Andrés Nieves, cirujano plástico que está al frente de ese departamento, aseguró que en lo que va de año 700 niños han estado ingresados en el centro a causa de las quemaduras eléctricas, lo que a su juicio habla muy mal de la responsabilidad de las empresas eléctricas y de las familias.
Los niños con quemaduras graves llegan hasta los 12 años, son en su mayoría varones y provienen de los sectores más empobrecidos del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, dijo Nieves.
Las quemaduras eléctricas son lesiones causadas por una corriente eléctrica, la cual pasa a través del cuerpo del niño y daña los tejidos u órganos.
Estas quemaduras son provocadas cuando el niño está en contacto con una corriente eléctrica que proviene de una fuente de electricidad. Las fuentes de electricidad incluyen baterías, enseres, enchufes eléctricos y líneas.
Pero las quemaduras también pueden estar causadas por un relámpago, que puede caerle directamente al niño o alcanzarlo al viajar a través de la tubería, un alambrado o la tierra.
Pero la corriente eléctrica, dijo, también puede pasar de una fuente de electricidad hasta el cuerpo del niño y quemarlo.
Dijo que el número de niños quemados a los que se les tienen que amputar manos y pies es sencillamente escandaloso y que es necesario una intervención por parte del sector eléctrico y que haya más conciencia por parte de los tutores de los pequeños.
Uno de los picos más altos de niños quemados lo tiene el hospital para la temporada de verano, cuando los niños se aprestan a volar chichiguas, narró con pesar el médico.
Detenerlo ya. “Esto hay que detenerlo, en estos momentos 26 niños están ingresados en el hospital Robert Reid con quemaduras graves”, expresó Nieves.
En la mayoría de casos, se trata de lesiones de niños que han sido tocados por cables que pasan por encima de los techos, cables internos en las viviendas y hasta conexiones de teléfonos, entre otros tipos.
Costo. Existe un área destinada a los niños quemados pero en el hospital Robert Reid reciben a todos los que llegan y los coloca en las diferentes salas.
El costo de una quemadura por día en el hospital sobrepasa los RD$5,000 y un niño quemado puede durar hasta cinco meses ingresado allí.