El traslado de equipos de ebanistería y carpintería que se encontraban almacenados desde el año 1988 en la Escuela República Dominicana causó alarma ayer en la mañana, cuando maestros y vecinos de la zona pensaron que se trataba de un saqueo.
A pesar de que no hubo ladrones de por medio, sino representantes de la cartera educativa que pretendían llevar los efectos al Politécnico Juan Sánchez Ramírez, de Cotuí, el traslado no se realizó porque no existía una autorización formal de la Secretaría de Estado de Educación.
Así lo aseguró al mediodía Julio Cordero, secretario administrativo de Educación, quien explicó por la vía telefónica que el traslado no era viable porque no se había cumplido con los requerimientos necesarios.
Uno de los procedimientos que se violó, para empezar, fue hacer una solicitud formal a las autoridades de Educación, quienes desconocían que los instrumentos pensaban sacarse del plantel.
La prueba de que no sabían nada es que el mismo Cordero dispuso que efectivos de la Policía se presentaran en el lugar para corrobar si era cierta la denuncia del robo. Posteriormente, cuando le explicaron que lo que sucedía, Cordero estableció que todo fuera sacado del camión en el que estaba y se depositara nuevamente en el almacén.
Aunque aseguró que está de acuerdo con que se haga el traslado ya que en el Politécnico los equipos serán utilizados, Cordero afirmó que antes de hacerlo hay que cumplir con las normas establecidas. Entre ellas, señaló, hay que hacer un inventario de las cosas que estaban el almacén.
Al hacerlo, comprobarán que hay un torno de madera, una sierra circular, ocho bancos de trabajo y herramientas de mano.
[b]COMO SUCEDIERON LAS COSAS[/b]
Todo comenzó cerca de las diez y media de la mañana. Un grupo de hombres, asegurando contar con la autorización de superiores, llegó a la Escuela República Dominicana para llevarse un montón de equipos que estaban guardados en un almacén desde que dejaron de dar las clases de artes industriales, artes manuales y repujado en 1988.
La presencia de los extraños motivó que el director de la escuela, Telésforo Núñez, se pusiera en contacto con las autoridades del Distrito 15-02, que está al lado de la escuela. El, aseguraba, no dejaría salir al camión hasta que algún superior le diera la orden.
Minutos después se presentó el director del Distrito 15-02, Rafael Frías Kelly, quien pudo constatar que quienes estaban en el lugar trabajaban para Educación y para el Politécnico Juan Sánchez Ramírez. También se enteró de que habían sido enviados por director del Dirección General de Educación Técnico-Vocacional, Ramón Morel, quien había dispuesto el traslado porque los equipos estaban sin uso.
Esta razón fue buena y válida para Frías Kelly, quien decidió acatar la orden de Morel puesto que sacando esas cosas de ahí la escuela también ganaba: tendría más espacio para organizarse.
Los planes se truncaron cuando los vecinos, que no tenían claro qué era lo que sucedía, decidieron llamar a los medios de comunicación. Su preocupación, a fin de cuentas, hizo posible que se tenga que cumplir con todos los trámites antes de que se mueva un tornillo del plantel.