Venezuela se está convirtiendo en el principal país de tránsito a través del cual el grueso de la cocaína mundial llega de contrabando a Estados Unidos y Europa, de acuerdo con funcionarios encargados de hacer cumplir las leyes internacionales. El papel creciente de Venezuela en el comercio ilegal de las drogas fue subrayado por la confiscación la semana pasada en México de 5,2 toneladas de cocaína, a bordo de una aeronave que llegó del aeropuerto internacional de Caracas.

Fueron arrestadas diez personas, incluyendo el copiloto venezolano, después que los oficiales mexicanos descubrieran la droga oculta en 128 maletas a bordo de un avión DC-9 en el aeropuerto de Ciudad del Carmen, en el oriente de México. Regularmente, se confisca droga en México, pero los expertos dicen que el cargamento de la semana pasada, uno de los mayores del país, ofrece una imagen de lo que los agentes anti-narcóticos de Europa y EEUU están calificando como “la conexión Venezuela”.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y otros funcionarios de su movimiento izquierdista “Revolución Bolivariana”, insisten en que el país está dedicado a combatir las drogas. También dicen que las autoridades están teniendo éxito. Venezuela confiscó 58,4 toneladas de cocaína el año pasado, 87% más que en 2004, de acuerdo con la Oficina Nacional Anti-Drogas. “Ningún gobierno le ha propinado golpes tan duros al tráfico de drogas como la Revolución Bolivariana”, dijo el señor Chávez la semana pasada.

Sin embargo, los funcionarios europeos y norteamericanos tienen un punto de vista marcadamente diferente. Confiscaciones mayores por parte de Venezuela, dicen ellos, indican aumento en las cantidades de cocaína que está circulando a través del país, probablemente más de la mitad de la producción anual de Colombia, cercana a las 400 toneladas de cocaína.

 “La ocupación de la droga en México es un símbolo de la importancia creciente de la conexión Venezuela”, dijo un funcionario anti-droga europeo. En septiembre pasado, EEUU “descertificó” los esfuerzos anti-droga de Venezuela y situó al país en la lista negra de narcotráfico de Washington, después que el presidente George W. Bush dijera que el país había “fracasado demostrablemente” en combatir el tráfico ilegal de drogas. El tema del narcotráfico fue añadido a la lista de factores que han agriado las relaciones entre EEUU y Venezuela. Poco antes de las “descertificación”, el señor Chávez acusó a la DEA de EEUU de espiar a su gobierno.

Funcionarios colombianos y norteamericanos han estado diciendo desde hace algún tiempo que Venezuela propicia un puerto seguro no declarado a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, o FARC., el principal grupo rebelde izquierdista. El señor Chávez niega esta acusación. Sin embargo, funcionarios de EEUU y Colombia dicen que Venezuela se ha convertido por las FARC en un punto de encuentro estratégicamente importante para el comercio de drogas por dinero y armas.

Las autoridades de EEUU alegan que las FARC, que están clasificadas como una organización terrorista por EEUU y Europa, ha reemplazado a los carteles colombianos antiguamente dominantes, y que ahora suministran más de la mitad de la cocaína del mundo.

El Departamento de Justicia de EEUU inculpó el mes pasado a 50 altos comandantes de la FARC de 15,000 hombres con cargos de importar más de US$25 millardos en cocaína para EEUU y otros países. Las guerrillas de las FARC han estado tratando de derrocar el estado colombiano durante cuatro décadas, pero en los últimos años se han dedicado a proteger los laboratorios donde se produce la cocaína y las plantaciones de coca, la planta de donde se extrae la materia prima para su fabricación.

Las autoridades colombianas, encabezadas por el presidente Álvaro Uribe, quien cuenta con un fuerte respaldo de Washington, han ido empujando al grupo insurgente más antiguo de América Latina a las zonas selváticas más remotas del Sur y Este colombiano. Como resultado, las FARC están sacando su cocaína a través de Venezuela, a veces, con la ayuda de oficiales corruptos de la Guardia Nacional, la institución responsable de la seguridad en las fronteras y aeropuertos.

Autoridades mexicanas dijeron la semana pasada que estaban investigando si las FARC eran el suministrador original de la cocaína confiscada. El DC-9 que despegó de Caracas el 11 de abril llegó seis días antes del aeropuerto Clearwater, de San Petersburgo, en La Florida, y fue sacado de registro por la Administración Federal de Aviación de EEUU el 13 de abril. Un funcionario antidrogas norteamericano dijo que los narcotraficantes generalmente compran un avión en EEUU y lo llevan a Venezuela para reabastecerse y cargar drogas.

El “Informe sobre estrategia y control internacional de narcóticos, 2006” del Departamento de Estado de EEUU, publicado el mes pasado, dijo de Venezuela lo siguiente: “Dos factores claves han contribuído a un incremento en el tráfico durante 2005: la corrupción rampante en los más altos niveles de los órganos que hacen cumplir la ley y un sistema judicial débil”.

El año pasado, EEUU revocó los visados de varios oficiales de la Guardia Nacional por supuesta complicidad en el tráfico de drogas a través de Venezuela.

Sin embargo, el país ha estado siendo utilizado como lugar de tránsito por los narcotraficantes colombianos tradicionales y grupos paramilitares asociados, además de las FARC, por otra razón. Bajo el señor Uribe, Colombia ha extraditado docenas de traficantes a EEUU, La ley venezolana, por su parte, prohibe la extradición de sospechosos que pudieran enfrentar sentencias de prisión de más de 30 años, el castigo habitual que impone EEUU a connotados narcotraficantes culpables.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION