SAN CRISTOBAL.- La Unidad de Obstetricia de Adolescentes del hospital regional Juan Pablo Pina de aquí atendió a 1,811 adolescentes, 71 (3.9%) eran pacientes con edades entre 10 y 14 años y 1,740 (96.1%) con edades entre 15 y 19 años entre abril y junio.

   La cifra es preocupante y la situación alarmante a razón del director del centro, Miguel Angel Geraldino, quien refiere que solo en junio acudieron a consulta 23 niñas embarazadas con edades entre 10 y 14 años. En ese grupo figura una menor de 10 años que  estuvo en su cuarta consulta y fue referida a terapia sicológica debido a que  su situación es de alto riesgo a nivel anatómico y sicológico.

Indicó que las adolescentes vuelven a embarazarse pese a los consejos que reciben del equipo médico de la unidad integrado por dos ginecólogos obstetras, una psicóloga sexóloga, dos médicos generales, una educadora de la salud, una facilitadora y dos enfermeras.

 La situación se escapa de las manos de los especialistas, preocupados por las adolescentes que van al hospital con sangrados vaginales excesivos  consecuencia de abortos incompletos que se provocan ellas mismas arriesgando aún más sus vidas.

El  director del hospital señaló que en los 25 años de su labor en el centro,  nunca vio esos casos antes. “Y menos con la frecuencia en que se reciben ahora”, señaló.

Incluso, apuntó que del total de embarazadas que atiende, el entre un 25 y 40% son adolescentes.

Soluciones al problema. Geraldino indica que ante la creciente tasa de embarazo en adolescentes convocó una reunión con la directora de la regional educativa de San Cristóbal para que les permita llevar el mensaje de prevención del embarazo a las escuelas.

Consideró que la promiscuidad, el uso de sustancias prohibidas y la impulsividad de los jóvenes son factores que inciden en la alta tasa de embarazo adolescente en la provincia.

Riesgos. Entre las adolescentes embarazadas que acuden a consulta prenatal  regular en el hospital regional Juan Pablo Pina se han reportado con mucha frecuencia  cesáreas previas, aumento de su presión arterial, amenaza de parto prematuro y oligoamnios, este último el término médico con el que significa poco líquido amniótico.

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¡Peligro!
El ginecobstetra José Luis Payán de Profamilia advierte que un embarazo en una  niña de 10 años es de alto riesgo porque su  pelvis y  útero no están desarrollado para el embarazo. “Hay posibilidad de parto prematuro, preeclampsia y  posibilidad muy alta de la muerte de la madre y del bebé”, indicó.