PARÍS. AFP. Tras el escándalo internacional de implantes mamarios de la empresa francesa PIP, las inyecciones para eliminar las arrugas empiezan a provocar inquietud, sobre todo porque están sometidas en Europa a un sistema de vigilancia que es también muy poco estricto. Es el diario británico The Times el que lanzó un llamado de alerta esta semana respecto a los rellenos para las arrugas, indicando que hay «160 productos inyectables contra las arrugas autorizados a la venta en Gran Bretaña», contra solamente «seis autorizados a la venta» en EU. En Francia, unas 110 inyecciones contra arrugas están autorizadas a la venta, señaló la agencia francesa de seguridad sanitaria Afssaps. En su mayoría, esas inyecciones contienen gelatinas a base de ácido hialurónico, reabsorbibles por el organismo de 3 a 24 meses.