Alas #14 Mi alma se fue de feria en busca de pasión

Alas #14 Mi alma se fue de feria en busca de pasión

Todos nosotros, tenemos la vivencia de haber sido cautivados por emocionantes historias, en las que intrépidos personajes tienen experiencias excitantes. La mayoría de las personas desean ser arrebatados por la pasión. Al mismo tiempo, queremos que ocurran en una distancia segura y en pequeñas dosis. ¿No es eso una paradoja?

Esa es la razón que entrega a la literatura tantos fanáticos; ¡nos permite vivir vidas más emocionantes que las nuestras!Vivir con pasión implica dejar de lado a la razón y permitir que el corazón nos guíe. Entonces, entran en acción extraños personajes trayendo de la mano a nuestras vidas, a la intensidad, lo imprevisible, lo caótico, lo misterioso y lo irracional. En estas historias, una señora tranquila es capaz de dejar todo para seguir a un irresistible aventurero, y un hombre taciturno blande una espada, encara sus más profundos miedos y defiende a su amada.

¿Quién no siente miedo de seguir a su pasión? Lastimosamente, en muchos casos vencen los miedos, dejando a nuestra pasión abandonada en una oscura esquina, camuflada por una aparente tranquilidad, y sólo le dejan salir de allí si se viste de rutina, cotidianidad o responsabilidad.Todas nuestras pasiones viven en nuestro interior, más allá de los límites de nuestro olvido. En ocasiones, la única alternativa de vivir que le dejamos es una enfermedad.Sin pasión, vivimos vidas ajenas. Repetimos las historias familiares, sin poder protagonizar nuestra propia historia. La pasión es la musa de la originalidad. Es el combustible que nos permite crear, y ser auténticos.

Es la fuerza que nos impulsa a despertar con alegría cada día. Cuando la novela de Robert James Waler fue llevada a la pantalla grande, lloré desconsoladamente cuando Francesca Johnson, el personaje representado por Meryl Streep, eligió el deber y no siguió su pasión en los puentes de Madison. La granjera de Iowa, sacó a la luz el dolor que muchos espectadores intentaban anestesiar, al sacrificar la pasión en nombre del deber, la responsabilidad, o el amor infantil, que pretende dar a otros lo que no se da a sí mismo.

Francesca, una tímida italiana casada con el digno y sereno Richard, vive cuatro días de pasión con Robert Kincaid, un fotógrafo de national geografic que va a retratar los puentes de Madison, mientras su esposo y sus dos hijos estaban en una feria estatal. En su diario, la joven esposa escribió: “Me comportaba  como otra mujer, y sin embargo era más yo misma que nunca”.

¿Conoces esos contradictorios sentimientos? En realidad, no nos enamoramos del otro, sino del yo auténtico que aflora al entrar en contacto con nuestra naturaleza apasionada.En palabras de Arjona: “No te enamoraste de mí, sino de ti cuando estás conmigo”. El dolor del duelo de una separación no es por el otro, sino por el yo que perdimos. Cuando Francesca ve a Robert por última vez, llega a su casa y se encierra en la alacena a llorar, cargada aún de los embutidos que acaba de comprar. Miles de mujeres lloramos junto a ella, la traición a nosotras mismas.

Todos perdemos cuando alguien abandona sus sueños, traiciona su pasión o muere lentamente en vida. Ninguna persona es una buena excusa, para que seamos desleales a nosotros mismos.Aún Francesca, con toda su victoriana moralidad, dejó una carta a sus hijos en la que les dice:“Hagan lo que tengan que hacer para ser felices en esta vida”.Y es que en algún momento, debemos encontrar las fuerzas para ser los protagonistas de nuestra propia historia.

A veces, la tarea puede ser heroica entre idas al supermercado, recoger los hijos al colegio, velar por nuestros padres y acompañar a nuestra pareja a la fiesta de su empresa¿Enqué momento tendremos tiempo para seguir a nuestra pasión? La respuesta es en todo momento!La vida vivida con pasión nos centra, relaja, fortalece, entusiasma, sana y nos llena de sentido. Todo nuestro dolor es en realidad un grito del alma, para que la liberemos y la dejemos expresar su pasión. Mabel Dodge dice:“El modo más intenso y seguro de llegar al alma es a través de la carne”.

Volver la mirada a nuestros padres suele ser un camino seguro para encontrar las fuerzas pérdidas. ¿Dónde empieza la vida?, ¿Cómo se forma nuestra carne?, ¿Conoces a las mujeres que había o hay en tu madre?,¿Cuantos  conocemos a los hombres que habitaban o habitan a nuestro padre?,¿Sabes cuál es tu pasión?,¿La sigues?

En mi caso, mi alma está de fiesta con la feria internacional del libro 2013. Yo la dejo libre para que mariposee, en la certeza de que cada libro que escoja, es una clave más que me entregapara ayudarme a comprender cuál es su pasión, y darme fuerzas para seguirla.

 

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