Alas; diario de una libélula peregrina
El comienzo de la más bella historia de amor

Alas; diario de una libélula peregrina<BR>El comienzo de la más bella historia de amor

Esta es la hora gris

En el recuerdos, si a ella sobrevivimos

Sentimos lo que aquellas personas

Heladas de frio al recoger la nieve:

Primero, el escalofrío, luego, el estupor

Más tarde, el abandono.

Emily Dickinson.

No sé lo que siente un hombre cuando una pareja lo abandona, pero sé muy bien lo que es una mujer con el corazón roto. El vacío, el hielo interior y la desesperanza que te pueblan convirtiéndote en tierra seca y sin valor. En esos momentos de impenetrable oscuridad,eres incapaz de ver una salida viable para dejar atrás la desesperación.

Cuando el dolor físico, emocional y psicológico te atormenta noche y día, no quieres nada más que llegar a la palabra “fin”. Como advirtió George Sand: “No podemos eliminar una página de nuestras vidas, pero podemos tirar el libro al fuego”.  A veces, la incertidumbre es tan profunda que no tenemos fuerzas disponibles, para esperar lo que vendrá después.

Convencida de que no vale ni valdrá más la pena vivir por nada, no imaginas de qué modo las cosas cambiaran o mejoraran. El único consuelo es culpar al desgraciado mal nacido que te ha causado tanto dolor. Si…yo también he transitado ese camino. Es por ello, que te puedo asegurar que ese “hombre malo” es una bendición disfrazada.

En los últimos años, mi pensamiento ha sufrido una sensible transformación, y puedo ver las cosas de un modo muy distinto. Gracias a esa persona que te rompe el corazón, tienes un chance para reencontrarte, y lograr amarte a ti misma. Estos hombres malos llegan para ensenarte una lección vital: no puedes amar a nadie más de lo que te amas a ti misma.

Tomando prestada la frase de Marjorie Kinnan Rawlings: “Una mujer debe amar a un hombre malo una o dos veces en su vida para estar agradecida a uno bueno”. Cada pérdida tiene el potencial para acercarnos a la sanación. De forma inesperada, un día nos sorprendemos a nosotros mismos viendo las cosas de un modo distinto. Cuando cambiamos la mirada, las cosas que miramos cambian.

Así, el despertar de la conciencia nos hace valorar y agradecer a los instrumentos que nos permitieron encontrar nuestras propias fuerzas. Al asentir a lo que es, el “hombre malo” se transforma en un aliado al servicio de nuestro crecimiento. Las personas adultas y maduras asumen la responsabilidad por las cosas que les ocurren. Saben que aunque no siempre lo comprendan, todo lo que ocurre afuera es porque ya existía dentro.

Nadie te puede abandonar, si no te has abandonado a ti misma antes. Ninguna pareja puede llevarse tu alegría, a menos que desprecies estar contigo misma. La madurez emocional inicia cuando somos capaces de reconocer que todas las relaciones reflejan la relación que tenemos con nosotros mismos. ¿Crees que este podría ser un buen día para empezar a amarte?  Oscar Wilde dice: “Amarse a uno mismo es el principio de una historia de amor eterna”. No sé tú, pero yo no merezco nada menos.

 

 

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