ARLINGTON, Texas. En el tercer partido de la Serie Mundial, el toletero dominicano Albert Pujols estableció varias marcas históricas para el Clásico de Otoño. Sin embargo, nada de eso le roba la atención de su principal meta: la corona.

“Lo de los records está bien y uno se siente contento por eso, pero lo principal es ganar la corona”, dijo Pujols previo al inicio del cuarto partido de la Serie Mundial que se juega en el Ballpark, casa de los Rangers.

Pujols disparó tres cuadrangulares en el tercer juego que se celebró el sábado, igualándose con Babe Ruth y Reggie Jackson como los únicos jugadores en la historia que han logrado dicha proeza en una Serie Mundial.

Asimismo, se convirtió en el primer jugador de todos los tiempos en disparar cinco indiscutibles y remolcar seis carreras en un evento similar.

Pero Pujols no se toma el crédito para sí solo por su buena actuación, sino que también lo comparte con sus compañeros que ayudaron a producir 17 anotaciones en el primer juego celebrado en Texas y con lo cual establecieron una marca para la franquicia.

“Los juegos los ganamos y los perdemos como equipo, no como un solo hombre. Ellos tuvieron mucho que ver con la victoria del sábado porque me remolcaron varias veces mientras estuve en base y también encontré gente en base cuando fui a batear”, sostuvo Pujols.

SIN MOTIVACION EXTRA. Pujols fue muy criticado por el error que cometió en el noveno episodio del segundo compromiso de la Serie Mundial y luego no habló con la prensa al finalizar el encuentro.

Los comentarios negativos llovieron sobre el toletero quisqueyano y la pregunta de si estos comentarios sirvieron de motivación para su épico encuentro del sábado no faltaron.

“No, mira yo sé que ustedes son profesionales y nosotros también lo somos. Yo cada partido lo tomo como algo diferente y no pienso en lo que sucedió el día anterior. Salí a hacer mi trabajo y las cosas salieron bien”, explicó el toletero bateador derecho de los Cardenales.

La frase

Albert Pujols

No había conectado de hit en los primeros dos juegos, pero sentía que estaba haciendo buenos swings y las cosas comenzaron a caer en el tercer juego y ahí viste la prueba”.