Albert Pujols no acepta que se le considere como un jonronero

Albert Pujols no acepta que se le considere como un jonronero

JOE POSNANSKI
SI.COM

Albert Pujols explicaba, sin ningún término en particular, que no es un jonronero.

Es un bateador de líneas que tiene la suficiente fuerza (gracias al talento que le dio Dios) de sacar la bola del parque.

Pero no es un jonronero.

 Y quedó bien claro que no le gusta que insinúen eso.

La insinuación vino por lo siguiente: “Albert, este año estás pegando jonrón cada 10-11 turnos al bate y el año anterior lo hacías cada 14 turnos. ¿Estás haciendo algo diferente?

La pregunta la hizo el reportero del St. Louis Post-Dispatch, Joe Strauss, y él sabía que recibiría una respuesta con actitud.

Pero es parte del trabajo, recibir respuestas con actitud del mejor jugador del béisbol cuando se cubre a los Cardenales.

Y es especialmente verdad cuando es jugador pega dos jonrones en un partido, algo que Pujols hace regularmente.

En aquella tarde de septiembre, Pujols pegó dos jonrones contra Milwaukee, la décima vez que lo hacía este año.

Eso empató un récord del equipo y lo colocó a uno del récord de las mayores.

Pujols tiene partidos de múltiples jonrones con tanta frecuencia, que los reporteros de San Luis tienen que encontrar la forma de preguntarle por eso.

Strauss decidió usar el tema de los cuadrangulares por turno al bate. Eso no interesó al dominicano. Pero él casi nunca se interesa por nada.

“Estoy haciendo buenos swings en mis turnos al bate”, dijo Pujols. “Eso es todo. No soy un jonronero”.

Estaba cubriendo a los Cardenales por unos días, trabajando en una historia sobre el coach de pitcheo Dave Duncan.

Pero lo que siempre me pasa cuando trabajo a los Cardenales es que paso mucho tiempo observando a Pujols.

El no termina de fascinarme, supongo, porque no hay nada obvio sobre este pelotero.

El simplemente juega mejor que todos los demás peloteros.

Tiene 47 cuadrangulares, 127 remolcadas, 119 anotadas, 352 bases totales y 42 boletos intencionales, categorías que encabeza en las mayores.

Su porcentaje de embasarse (.449) y de slugging (.690) también encabezan las Grandes Ligas.

Es un tremendo jugador defensivo en primera. Es un corredor atrevido, a pesar de que no tiene mucha velocidad.

Es tan bueno que se le pone por encima al juego. Cada entrada de los Cardenales de San Luis trae la siguiente pregunta: ¿Batea Albert Pujols en este episodio?

Y si no, ¿bateará en el próximo? Y si viene al bate con hombres en base, ¿le lanzarán? Y si le lanzan ¿cómo lo harán? Y la más común últimamente es ¿Cómo ayudará Albert a que los Cardenales ganen hoy?

El es una forma consistente de grandeza… esto significa que mientras más partidos de los Cardenales ves, más aprecias a Albert Pujols.

Y creo que eso es lo que me fascina de él. ¿Cómo puede ser tan bueno todo el tiempo?

¿Cómo es que nunca tiene una temporada mala? ¿Cómo puede ser tan consistente cuando nada a su alrededor se mantiene igual?

El béisbol cambia. Los bates y las pelotas cambian. Su cuerpo cambia. Los lanzadores cambian. Sus compañeros de equipo cambian. Las estrategias cambian. Y él sigue siendo brillante, precisamente igual de brillante, como si estuviera en una caja de cristal para que siempre batee por lo menos .320, con un mínimo de .420 de porcentaje de embasarse y .560 de slugging, todos los años.

Claro, Pujols desvía esas preguntas o las ignora. El es bueno, dice, porque Dios lo hizo así.

El es bueno, dice, porque trabaja duro. El es bueno, dice, porque se toma un juego a la vez y no se preocupa por las cosas que no puede controlar y no trata de hacer demasiado.

“Ver la bola y batear la bola”, solía decir el inmortal Tony Pérez cuando alguien le preguntaba el por qué de su excelencia y eso sucede con Pujols.

En el clubhouse, después de los partidos, suele evadir a los reporteros. Y cuando su actuación es tan buena que tiene que hablar, trata cada pregunta con sospecha – como si le quisieran robar algo de sí mismo.

Esto ha puesto a los que escriben de Pujols diariamente un poco molestos, porque se siente maltratados o incluso ignorados por Pujols.

Pero esto también es parte de la gran historia de Albert Pujols.

Las frases

Albert Pujols

Estoy haciendo buenos swings en mis turnos al bate. Eso es todo. No soy un jonronero”.

Tony Pérez

Para batear lo que hay que hacer es ver la bola y batear la bola”.

Zoom

Sobre los jonrones

Pujols responde de esta forma cuando le toca hablar de jonrones: Pujols simplemente se niega a permitir que las preguntas tomen forma. Niega totalmente esa posibilidad. No es un jonronero. No permite la pregunta o que la misma lo defensa. El no permitirá que nada que le pueda distraer interfiera con su meta singular: jugar buen béisbol. Y por eso, muchas veces la prensa no se siente cómoda con Pujols, ni siquiera cuando se supone que él debe hablar sin problemas, como es el caso de un partido en el que conecte dos cuadrangulares. Pero esa simplemente es la forma en que se maneja uno de los mejores peloteros de la época moderna y quien ha pasado por la era de los esteroides sin mancharse en lo más mínimo aun cuando todo el mundo parece estar envuelto en el mismo lío.

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