Albert Pujols y Mike Piazza pruebas vivientes de que el draft no es todo

Albert Pujols y Mike Piazza pruebas vivientes de que el draft no es todo

POR JERRY CRASNICK
ESPN.com
El draft de las Grandes Ligas termina este  viernes y el lanzador David Pice de Vanderbilt y el receptor Matt Wieters de Georgia Tech están a punto de sentirse muy ricos y deseados.

Hay buenos proyectos que decaen en el sorteo porque los equipos se preocupan de que sean estudiantes. Es una cuestión de «contratabilidad». En 1971, Keith Hernández no fue elegido hasta la 42º ronda porque no había jugado en su último año de preparatoria tras discutir con su entrenador. Pero San Luís reconoció su potencial y le entregó un lucrativo bono de 50,000 dólares.

Hay decenas de jugadores considerados demasiado pequeños, lentos en la carrera, con el bate o los pies como para tener éxito en las mayores. Pero son elegidos gracias a la ayuda de algún buen cazatalentos o aquellas vueltas del destino. Muy de vez en cuando tenemos esos finales felices al mejor estilo Hollywood.

En honor al sorteo del béisbol, esta semana hablaremos de los picks que fueron pasados por alto y terminaron logrando más de lo que nadie imaginaba.

1. Mike Piazza (seleccionado en la 62º ronda por los Dodgers en 1988)

Cuando Los Ángeles seleccionó a Piazza a modo de favor para el mánager Tommy Lasorda, fue el jugador No. 1,390 en ser seleccionado.

De todas las personas, Ted Williams fue quien le dio el primer impulso. Cuando Piazza estaba en la preparatoria, su padre, Vince, conoció al miembro del Salón de la Fama en una exposición de tarjetas a través de un amigo. Vince Piazza le dijo a Williams que tenía un hijo que podía batear, y Williams pasó por la casa de la familia en Norristown para ver a Mike batear en la jaula.

«Si este muchacho domina el aspecto mental del juego, conectará 25 jonrones por año en las Grandes Ligas», le dijo Ted Williams a Vince Piazza.

«¿Quieres verlo lanzar de zurdo?», respondió Vince. Mike automáticamente se dio la vuelta para conectar un par de rectas desde el lado opuesto.

Pero quedó en eso. Piazza se desempeñó como primera base de reserva en la Universidad de Miami antes de transferirse al Miami-Dade Community Collage. Lasorda, un buen amigo de la familia, pensó que tendría mejores probabilidades de ganar una beca en una escuela de cuatro años si salía elegido en el draft, así que Los Ángeles le dio el gusto de seleccionarlo en la Ronda No. 62.

Los Dodgers ni siquiera estuvieron interesados en firmar a Piazza hasta que Vince lo llevó a Los Ángeles para una práctica y el muchacho comenzó a golpear los asientos azules con sus batazos. La avalancha convenció a Ben Wade, director de talento de Los Ángeles, quien le ofreció a Piazza un modesto bono de 15,000 dólares al firmar. Con 420 jonrones totales, Piazza está en camino a Cooperstown.

2. Albert Pujols (seleccionado en 13º ronda por San Luís en 1999)

En la preparatoria Fort Osage de Independence, Missouri, se lo conocía por José Albert Pujols. Demostró tener el talento suficiente como para jugar en los Area Code Games de California e ingresar en la lista de los mejores 100 proyectos de Baseball America.

Pero algunos cazatalentos lo consideraron demasiado fornido y «pesado de piernas», y se rumoreaba que sería mayor de lo que admitía. Jugó en el Maple Woods Community College de Kansas City, y el director de talento de San Luis, John Mozeliak, siguiendo los consejos de Mike Roberts y Dave Karaff, fue a verlo a un torneo universitario de Wichita y creyó que valdría la pena intentarlo.

Los Cards habrán firmado a Pujols por unos 60,000 dólares y lo enviaron a la liga de instrucción en Júpiter, Florida. En su primer turno al bate, Pujols conectó un rodado por el medio. En el siguiente, conectó un elevado que sobrepasó el techo del edificio detrás del muro del jardín izquierdo.

El director de las menores, Mike Jorgensen, codeó a Mozeliak y le preguntó, «¿Qué tenemos aquí?» Resultó ser el bateador más productivo de su generación.

La euforia en San Luís se contrastó con el remordimiento de Tampa Bay. Al cazatalentos Fernando Arango de los Devil Rays le gustaba tanto Pujols que había programado una práctica especial con el equipo. Pero los Rays dejaron pasar a Pujols, y Arango quedó tan afligido que presentó su renuncia.

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